Según adelantaba ayer el rotativo, el analista del Commerzbank, Frank Skodzik, considera que ese será el coste diario de un "día de huelga real".
Desde el diario, el responsable de Turismo del Gobierno germano, Ernst Hinsken, insta al sindicato y a la compañía a evitar unos paros que perjudicarán a la mayor aerolínea alemana y a la imagen del país como lugar de vacaciones.
El portavoz de Ver.di, Harald Reutter, advirtió ayer de que los aeropuertos que se verán más afectados por la huelga, convocada a partir de esta medianoche, serán los de Hamburgo y Fráncfort.
"Nuestro objetivo no es que los vuelos se retrasen o se cancelen sino someter a una presión económica a la empresa", aseguró.
Desde el sindicato han asegurado que los paros provocarán que "a más tardar en una semana" los servicios de la compañía alemana queden reducidos a un "tráfico marginal", pese a que el portavoz de la empresa, Thomas Jachnow, confía en que sólo una "mínima parte" de su plantilla secundará la huelga indefinida.
Ver.di dio a conocer el viernes el resultado de la votación entre la plantilla, que según fuentes sindicales se pronunció en un 90,7 por ciento a favor de la huelga, que se produce después de que hace diez días fracasaran las negociaciones entre la patronal y el sindicato.
Desde Ver.di, instaron al presidente de Lufthansa, Wolfgang Mayrhuber, a volver a la mesa de negociaciones con una oferta mejorada, y afirmaron que la huelga afectará a todos los departamentos de la compañía, pese a que no se llevará a cabo en todas partes simultáneamente.
Las negociaciones salariales fracasaron al considerar Ver.di insuficiente la última oferta de la compañía, consistente en un aumento salarial en dos fases con un total del 6,7 por ciento, además de una paga extraordinaria única.
El sindicato exigía un aumento del 9,8 por ciento para la plantilla de 50.000 empleados.
La convocatoria de huelga generalizada agrava la situación en la compañía, que esta semana afrontó ya la que llevaron a cabo los pilotos de sus filiales Cityline y Eurowings.
Lufthansa se vio obligada a anular el martes y el miércoles más de 900 vuelos debido a la huelga de 36 horas de los pilotos de sus filiales, movilización que ha afectado a unos 30.000 pasajeros.
Se trataba en su mayoría de conexiones aéreas dentro de Alemania y de Europa con aviones pequeños y los viajeros pudieron cambiar sus reservas de vuelos u optar por viajar en tren.
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