La Fiscalía de Eivissa ha solicitado tres años de prisión y cuatro de inhabilitación como promotor de la construcción para el gerente de la empresa Costa y Mayans S. L., J. C. S., por la muerte de un empleado al que le cayó encima una máquina retroexcavadora cuando trabajaba en la obra de una finca de la zona de es Ca Marí de Sant Ferran, en Formentera. Asimismo, el Ministerio Público exige el pago de una indemnización de 218.289 euros para los herederos del trabajador fallecido, que deberán ser abonados por el acusado, como responsable civil directo, y la mercantil, como responsable subsidiaria.
En su escrito de calificación provisional, al que ha tenido acceso este diario, la Fiscalía considera a J. C. S. autor de un delito contra los derechos de los trabajadores en concurso con uno de homicidio por imprudencia grave y otro de lesiones por imprudencia grave, dado que en el siniestro también resultó herido otro trabajador, para quien se piden 9.954 euros de indemnización.
El accidente laboral ocurrió el 24 de marzo de 2006 en la finca Can Pep d´en Ismael situada en la zona de es Ca Marí, donde la mercantil Costa y Mayans desarrollaba labores de construcción de un almacén de depósito, una rampa de acceso a un aljibe y un muro de contención que la delimitara, entre otras actuaciones.
Sin licencia
Según el Ministerio Fiscal, no había sido concedida la licencia de obra correspondiente para la construcción y no se habían encargado ni el proyecto técnico ni el plan ni el estudio de seguridad, al tiempo que la actuación carecía de persona alguna que actuara como coordinadora de seguridad.
«A sabiendas de esto», sostiene la Fiscalía, J. C. S. contrató como oficial de segunda al trabajador Francisco González Cuenca -después fallecido- y subcontrató a dos mercantiles, una para los trabajos de electricidad y otra para rellenar el muro de contención usando para ello una máquina retroexcavadora.
El citado día, el acusado ordenó a González Cuenca que ayudara a un empleado de la empresa de electricidad en las cercanías del muro, mientras un trabajador de la otra empresa rellenaba la parte de atrás de la pared con la retroexcavadora. Todo ello sin que «hubiera tomado las precauciones necesarias para evitar derrumbamientos, sin haber marcado la zona de trabajo de la máquina y sin haber hecho los revestimientos necesarios para fortalecer el muro», subraya la Fiscalía.
Alrededor de las 16 horas, el empuje de tierras sobre la pared del muro, junto al peso de la retroexcavadora, superaron la capacidad de éste y provocaron su colapso, cayendo sobre González Cuenca, que estaba al otro lado. Como consecuencia, el hombre, nacido en Alcalá la Real (Jaén) en 1958, casado y con dos hijas, falleció por traumatismo torácico y rotura cardiaca. A su vez, el conductor de la retroexcavadora sufrió un traumatismo en la cadera.
Tal y como se informó entonces, el accidente provocó una gran conmoción en los propietarios del terreno, entre los compañeros del trabajador fallecido y entre los vecinos de la isla.
El accidente
El obrero falleció mientras trabajaba a tres metros de profundidad en una construcción subterránea después de que precipitara sobre él una máquina retroexcavadora.
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