Los concejales repiten ahora un discurso de economía de guerra y crisis, pero en lo que a creación de empleo se refiere, aún podrían presumir de que en sus dominios hay cada vez más personas trabajando, aportando a las arcas del Estado. Los últimos datos, del pasado mes de mayo, revelan que en Oviedo son 134.506 las personas que cotizan a la Seguridad Social, es decir, más de 5.000 que un año antes. El contraste está en la última Encuesta de Población Activa (EPA), que retrataba un país donde 621.600 trabajadores han sido despedidos en los últimos doce meses.
El desempleo se extiende por todo el país y Oviedo, ciudad más de servicios que de industria, lo mira desde un cerco de crecimiento. En los primeros cinco meses del año, la Seguridad Social sumó 747 nuevas nóminas en la ciudad. Es decir, cada día, cinco nuevos reclutas ingresaron al ejército de personas que trabajan en Oviedo. Si no fuera por la cantidad de asalariados que cada mañana entran en la ciudad a trabajar, la capital del Principado sería un lugar donde seis de cada diez personas tienen un contrato. El vaso del empleo puede mirarse medio lleno o medio vacío, pero cada mes tiene más agua. Que hay más personas contratadas es una realidad tan indiscutible como que existe una notable desaceleración. Las 747 nuevas altas hasta mayo contrastan con las 3.054 que se registraron en los primeros cinco meses del 2007. Si ahora se crean cinco empleos al día, el año pasado por estas fechas se creaban 20. Los números del presente avanzan, pero su progresión hace temer por la que se avecina. Desde el 2004, momento en que el Servicio Público de Empleo del Principado estudia la evolución del mercado laboral, la estructura productiva de la región repite todos los años un mismo comportamiento: el paro mengua progresivamente hasta el mes de julio, momento en el que va extendiéndose hasta que acaba el año. De continuar así, a la ciudad le restaría un último mes bueno -el presente de julio- antes de empezar a perder puestos de trabajo. De hecho, y según desvelaba este periódico hace unas semanas, los principales despachos de abogados de la ciudad tienen en verano a sus juristas especializados en asuntos mercantiles trabajando de forma intensa: tienen el encargo de preparar las acciones que sus clientes quieren emprender para recortar plantilla a partir de setiembre si no cambia el ciclo.
Sobre a quién le puede caer ese primer golpe, acaba de elaborar un informe CC OO para Oviedo. El sindicato ya advirtió hace meses que los inmigrantes eran los que más riesgo tenían, por su escasa antigüedad y menor asentamiento, lo que ponía a la región ‘ante el peligro de sufrir una fractura social’. Ahora los sindicalistas de CC OO ponen la lupa en los jóvenes de Oviedo. ‘El mercado laboral de la capital asturiana se basa en la desigualdad’, afirma Virginia Palacios, de la Unión Comarcal de Oviedo. Lo hace tras subrayar que ‘en los primeros cinco meses de 2008, el porcentaje de mujeres en paro se situó en el 60 por ciento’. La representante laboral advierte que ‘si atendemos a la formación, los niveles de desigualdad se disparan, ya que las desempleadas ovetenses cuentan con un nivel de estudios superior al de los hombres’. Según su informe, solo un 4,8 por ciento de los varones en paro pueden presentar un título universitario, frente al 12 por ciento de las mujeres.
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