El 91% de los inmigrantes quiere quedarse en España durante los próximos cinco años y un 1,3% planea trasladarse a otro país, según los datos de la encuesta del Instituto Nacional de Estadística sobre 2007. Entonces sólo un 7% consideró dejar el país. En lo que va de año la crisis ha elevado el número de parados extranjeros en 172.300 personas, hasta los 580.000.
Los inmigrantes muestran cierta movilidad laboral según la encuesta. De los que ahora llevan más de tres años en España, sólo el 19% conserva el empleo que obtuvo al llegar. El 14,3% cambió de trabajo en el mismo sector y el 32,4% se pasó a un empleo en un sector diferente. El 15% no tuvo trabajo al llegar ni lo tenía en el momento de la encuesta. Para los parados extranjeros el ministro de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho, ha diseñado un plan de retorno voluntario.
La ayuda para el retorno, que se aprobará en septiembre, consiste en el pago en dos veces del subsidio por desempleo acumulado por los inmigrantes que se hayan quedado en paro. La idea del ministro es que este dinero sirva para costear el viaje de vuelta y la apertura de un negocio en el lugar de origen.
Pero la mayoría de los inmigrantes encuestados por el INE no parecen interesados en irse. Corbacho ya admitió esta semana las dificultades para que su plan tenga aceptación entre aquellos a los que se dirige.
Asociaciones de inmigrantes y ONG muestran ahora su rechazo. ‘Cuando todo iba bien y hacía falta mano de obra nos abrían las puertas. Ahora que las cosas se han puesto feas, somos los primeros invitados a marcharnos’ dice Ahmed Khalifa de la Asociación Marroquí de Málaga. Marroquíes y africanos son los más reacios a dejar el país, según Carmen Castellano, portavoz de la ONG Andalucía Acoge, en vista de la situación algunos latinoamericanos comienzan a planteárselo. Aunque con reservas. Para Raúl Jiménez, de la asociación de inmigrantes ecuatorianos Rumiñahui, el plan está ‘mal diseñado’ y el dinero no es suficiente: ‘la mitad se irá en el viaje y con el resto no da para establecerse de nuevo en Ecuador’.
Sectores con gran ocupación de inmigrantes, como la construcción y los servicios han sido muy afectados por el frenazo económico. Según la Encuesta de Población Activa del segundo trimestre, publicada esta semana, el paro entre trabajadores extranjeros ha aumentado un 15% en los últimos tres meses y un 55%.
La mayoría de los emigrados pretende traer a su familia
Otra de las ideas del ministro Celestino Corbacho choca frontalmente contra las pretensiones de los trabajadores extranjeros. El 81,7% de ellos tienen intención de traer a España a los familiares que han dejado en sus países de origen, según la Encuesta Nacional de Inmigrantes del INE.
Una cifra que contrasta con los planes del Gobierno para limitar la reagrupación familiar. El Ministerio de Trabajo e Inmigración planea prohibir la reagrupación con familiares ascendentes (padres y suegros). Esta medida pretende reducir en un 40% el número de inmigrantes. Además Corbacho quiere imponer ‘requisitos socioeconómicos’ para permitir la reagrupación
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