La petrolera estatal de Brasil, Petrobras, espera evitar en la mesa de negociaciones que los sindicatos cumplan su amenaza de ir en agosto a una huelga de cinco días, con paralización de la producción, dijo el viernes el presidente de la compañía, José Sérgio Gabrielli.
Petrobras y la Federación Unica de Petroleros (FUP), que agrupa a los sindicatos del sector de todo el país, discuten desde hace tres días las reivindicaciones de los trabajadores.
"… estamos en la mesa con la expectativa de que la negociación sea positiva y no consideramos que la huelga sea inevitable", dijo a periodistas el titular de Petrobras .
"Pero si la huelga ocurre, también estamos preparados", agregó Gabrielli en una conferencia conjunta con el ministro de Minas y Energía, Edison Lobao.
La FUP reclama una participación mayor de los trabajadores en las ganancias de Petrobras y ha señalado que iniciará una huelga de cinco días a nivel nacional a partir del 5 de agosto.
Los trabajadores de la cuenca marítima de Campos, que aporta el 80 por ciento de los 1,8 millones de barriles de crudo por día que produce Brasil, realizaron un paro de cinco días, exigiendo que Petrobras les abone como trabajada la jornada que emplean para regresar a tierra.
Inicialmente, redujeron la producción en 136.000 barriles, pero la compañía puso en marcha un plan de contingencia y normalizó rápidamente el bombeo.
La FUP hizo un paro a nivel nacional el jueves y martes de la semana pasada, sin afectar la producción, alertando sobre sus reclamos de participación en los beneficios de la empresa y en apoyo a los trabajadores de Campos.
Gabrielli dijo que, si se aprueba la huelga prevista por la FUP, se aplicará también un plan de contingencia.
"No podemos admitir la pérdida del control de las áreas operacionales, no podemos admitir pérdidas de las condiciones de producción, ni admitir un comportamiento fuera de los padrones aceptados dentro de la compañía", afirmó.
Antes de reanudar sus negociaciones con Petrobras, la FUP realizó un encuentro de su consejo consultivo para definir los parámetros mínimos que se aceptarían.
"Huelga nadie quiere, si dependiera de nosotros, vamos a los últimos esfuerzos para evitarla", dijo el director de la FUP José Genivaldo Silva.
Los trabajadores exigen una participación de un 18 por ciento en las ganancias de Petrobras, que ofrece un 12,5 por ciento, propuesta que fue rechazada por la FUP.
Las ganancias y mercados de Petrobras han crecido en los últimos años, por la escalada de los precios del crudo y el aumento de la producción, pero también se dispararon los costos por el alza de los costos de servicios y equipos petroleros.
Petrobras sostiene que la participación de sus empleados en las ganancias fue el año pasado compatible con los beneficios y dividendos pagados a los accionistas.
La FUP realizó en el 2001 una huelga de cinco días que afectó seriamente la producción y forzó a Brasil a realizar importaciones adicionales de crudo.
Sin embargo, en los últimos años, los sindicatos y la empresa han resuelto sus diferencias sin huelgas que hayan golpeado la producción.
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