Un joven de 23 años resultó en la tarde de ayer herido de gravedad como consecuencia de al menos un disparo recibido en la cabeza mientras trabajaba en una obra de la calle Las Violetas, en el barrio de La Villarina. El suceso ocurrió a las 16.45 horas, cuando la víctima, de etnia gitana, se encontraba en el interior de una construcción en la que realizaba labores de albañilería.
El herido, que responde a las iniciales R.B.B, cayó al suelo tras el impacto de una bala que rozó el ventrículo contralateral de la cabeza del joven y afectó a la zona occipital izquierda formando un gran edema cerebral. El tiro penetró por la sien sin salida alguna, tal y como confirmó el escáner practicado en el Servicio de Urgencias del Hospital Virgen de la Concha de la capital, hasta donde le trasladó la UVI móvil que se desplazó hasta el lugar de los hechos. Los facultativos tuvieron que recurrir a la ventilación asistida e intubación para intentar salvar su vida. Dada la gravedad de las lesiones, los responsables sanitarios procedieron a su evacuación al Hospital Virgen de la Vega de Salamanca. Allí fue ingresado de urgencia en el área asistencial de neurocirugía, donde R.B.B. permanecía sin cambios al cierre de esta edición, aunque en estado de máxima gravedad.
En un primer momento el joven no perdió el conocimiento ya que testigos presenciales mantienen que pronunció algunas palabras justo después del ataque. Un compañero de la obra fue el que, al parecer, dio el aviso al Servicio de Emergencias 112 solicitando asistencia médica "sin que el alertante tuviera la certeza de cómo se produjo la agresión", según consta en el parte oficial dado a conocer durante la tarde de ayer.
Hasta la capital charra se trasladaron durante toda la jornada numerosos familiares, amigos y allegados del herido para seguir de cerca su evolución y esperar los partes médicos sobre su estado de salud.
Integrantes de la Policía Judicial se trasladaron de inmediato al lugar de los hechos para inspeccionar toda la zona y recoger pruebas que esclarezcan cómo se produjo el inesperado suceso. Agentes del Cuerpo Nacional de Policía han puesto en marcha un dispositivo especial de investigación en la capital y trabajan en varias hipótesis, una de ellas la que relaciona este hecho con una posible venganza entre clanes familiares por otros fallecimientos anteriores. Desde la Subdelegación del Gobierno de Zamora se insiste en que las pesquisas «darán sus frutos a su debido tiempo» aunque sus responsables piden «prudencia» para evitar «precipitaciones» y no entorpecer la investigación con conclusiones que pudieran llevar al error. Las Fuerzas de Seguridad del Estado en la capital confían en una pronta detención del agresor o agresores, ya que es posible que fueran incluso dos las personas que se acercaran hasta la obra en la que se encontraba R.B.B. para acabar con su vida. En este sentido, la Policía trataba ayer de localizar testigos presenciales que pudieran facilitar cualquier pista en torno al desarrollo de los acontecimientos desencadenados.
La víctima es un joven zamorano, nacido en el barrio de Rabiche y casado desde hace alrededor de siete meses. En la actualidad vive con su cuñado en la zona de Peña Trevinca, según han señalado allegados a la familia, aunque había permanecido durante los últimos meses fuera de Zamora. De hecho, hacía pocos días que se había incorporado a este puesto de trabajo en la obra como albañil. Las mismas fuentes le definen como «una buena persona, alegre y bromista, siempre con un gran sentido del humor que nunca perdía». Su madre, viuda desde hace más de una veintena de años, llegó al Virgen de la Concha sin conocer la gravedad de los hechos y convencida de que se trataba de un accidente laboral leve, tal y como le habían informado en un primer momento para no alarmarla demasiado. Las próximas horas serán determinantes en la evolución del joven, aunque sus familiares confían en que pueda salir de peligro en breve.
Los vecinos del barrio, conmocionados tras conocer el suceso
El suceso dejó ayer a los habitantes del popular barrio zamorano de Alviar casi sin palabras. La presidenta de la asociación vecinal, Tránsito Velasco, aseguró pocas horas después de conocer la noticia que toda la zona «se encuentra conmocionada por lo ocurrido». El hecho de que la obra en la que trabajaba el herido se encontrara en un lugar alejado de lo que se puede considerar el centro del barrio hizo que apenas nadie se percatara en un primer momento de los disparos. «Los vecinos no vieron absolutamente nada ni se enteraron de nada hasta el momento en que llegó la ambulancia para recoger al joven y, posteriormente por los medios de comunicación», apunta.
Tránsito Velasco admite que «es un suceso muy desagradable que, lamentablemente, ha ocurrido en nuestro barrio». Aunque nadie de por aquí conocía al chaval, porque no vivía por esta zona, igual nos sentimos muy apenados». La presidenta de la Asociación de Vecinos ha señalado también que se trata de un hecho aislado, porque en La Villarina «no se producen ni tan siquiera riñas» y, pese a lo sucedido, no hay mayor alarma entre los vecinos en opinión de Velasco. «Es muy desagradable que nuestro barrio tenga notoriedad por un tema como este que nos ha sorprendido a todos. Nos causa mucha pena por el chaval herido y por lo que debe de estar sufriendo toda su familia», concluye la representante vecinal.
El tranquilo barrio de Alviar vio alterada su calma poco antes de las cinco de la tarde de ayer , cuando comenzaron a escucharse las sirenas y las ambulancias. Inicialmente pocos sospecharon que pudiera tratarse de una agresión con pistola y, mucho menos, que un joven estuviera en estado crítico. A partir de ese momento, y una vez confirmado que se trataba de un herido por arma de fuego, comenzó a extenderse la noticia, aunque nadie conocía apenas al joven que ahora se encuentra en el Hospital Virgen de la Vega de Salamanca en estado muy grave.
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