El ministro de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho, expresó hoy su apoyo a la creación en la Unión Europea de una ‘tarjeta azul’ para atraer a inmigrantes altamente cualificados pero pidió que esta medida se acompañe de un sistema para frenar la fuga de cerebros en los países pobres porque de lo contrario se les condenará al subdesarrollo.
Corbacho hizo estas declaraciones a la entrada del Consejo de Justicia e Interior de la UE, en el que se debatirá la ‘tarjeta azul’ y también la norma para sancionar a los empresarios que contraten a inmigrantes irregulares.
Para el ministro de Trabajo, la ‘tarjeta azul’ es "una idea muy interesante" porque la UE necesita inmigrantes muy cualificados para poder "competir con Estados Unidos y otras grandes potencias". Además, este sistema permite también a los inmigrantes "encontrar posibilidades de desarrollo en Europa".
Pero al mismo tiempo, si un país pobre ha hecho un esfuerzo para formar a sus ciudadanos, la UE no puede "traerlos y no devolverle una parte o devolverle el esfuerzo que han hecho sobre el tema de la formación". "De no hacerlo así cabría decir que estamos condenando a esos países a estar permanentemente en el subdesarrollo", resaltó Corbacho.
España también apoya la directiva para castigar a los empresarios que contraten a irregulares, según explicó el ministro, porque para combatir la inmigración ilegal no se puede "cometer el error de ir exclusivamente a perseguir al ilegal sino que cuando hay una persona ilegal en un país es porque hay alguien que se está aprovechando de esa situación, de esa ilegalidad". "Yo creo que eso tiene que ser sancionable. Si eso se hace dentro del marco de la Unión Europea creo que es un buen paso", insistió.
El ministro de Trabajo reiteró que el Pacto Europeo de Inmigración, que también será revisado por los ministros tras el acuerdo preliminar alcanzado en la reunión de Cannes a principios de mes, "recoge en síntesis bastante bien lo que había venido siendo la posición española". Además, representa un "buen paso" porque aborda la cuestión de la inmigración no sólo desde un punto de vista normativo sino también desde el punto de vista laboral y de cooperación con los países de origen y de tránsito.
En todo caso, Corbacho se distanció de la definición realizada por la presidencia francesa de que se trata de un pacto "para una inmigración elegida y concertada". "El concepto ‘elegida’ no me gusta (*) Parece que suene a seleccionar solamente a aquel que me interesa", explicó.
Los comentarios están cerrados.