La construcción recordó ayer en Granada a los tres obreros que murieron en 1970 en un tiroteo entre la policía y los asistentes a una manifestación por mejoras salariales, y los sindicatos han celebrado que este año se haya aprobado indemnizar a sus familias.
Hace 38 años los obreros granadinos protagonizaron una huelga para obtener una subida salarial mediante un convenio para el sector de la construcción, escayolistas y derivados del cemento y, durante una manifestación, se originó un tiroteo que se saldó con la muerte de Cristóbal Ibáñez, Antonio Huertas y Manuel Sánchez y 80 heridos.
Pese a todo los trabajadores no cejaron en su empeño y su reivindicación se consiguió en 1972, por lo que Granada pasó a ser la segunda provincia de España, detrás de Vizcaya, con el mejor pacto.
Esa lucha y ese sacrificio vital se rememoraron ayer con una marcha convocada por UGT y CCOO desde su sede hasta el monumento erigido en su memoria en 2001, donde se depositaron flores y leyó un manifiesto.
El responsable de Construcción de CCOO, Francisco Quirós, declaró que "se ha hecho justicia" a estás víctimas a través de la historia, y destacó que los convenios que se han firmado en Granada desde entonces, "con importantes mejoras" con respecto a antaño, han sido "derivados de esa lucha sindical".
Quirós también expresó su "satisfacción" por la decisión del Gobierno, a través de la Ley de la Memoria Histórica, de indemnizar a las familias de los tres obreros muertos por disparos de la Policía con 135.000 euros
Su homólogo en UGT, Francisco Ruiz Ruano, destacó la necesidad de celebrar anualmente ese acto para que la memoria de los tres fallecidos "no caiga en saco roto" y "dar lo máximo" por los derechos de los trabajadores sea el objetivo en una época "de crisis en la construcción, con siniestralidad laboral y salarios bajos".
En el homenaje participaron algunos obreros que asistieron a esa manifestación, como Luis López, quien ha recordado que entonces cobraban 240 pesetas "cuando hacía falta el doble para comer", pese a lo que con su huelga sólo reivindicaban "la mitad".
López ha calificado de "barbaridad y hecho lamentable" la actuación policial, porque aparte de los muertos y heridos, todos los manifestantes arrastraron "secuelas psicológicas".
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