El cambio de vestuario afecta a las mujeres, es decir, a cerca del 90% de las 700 personas que forman la plantilla. "¿Por qué no ha cambiado el vestuario de los hombres?", se preguntaba ayer Consuelo Navarro, la secretaria de la Mujer de CC. OO. en L’Alacantí-Les Marines.
La nueva bata, según explicó, deja entrever la ropa interior y, además, resulta incómoda para trabajar en el embalaje y subiendo y bajando escaleras. "Si tenemos que estar más atentas a ver si esta bata nos cubre suficientemente que a manipular correctamente nuestras herramientas de trabajo no se está favoreciendo desde la empresa unas condiciones adecuadas en el puesto de trabajo", señalaron fuentes sindicales.
Es más, CC. OO. insiste en que la nueva medida que comenzó a aplicarse el pasado lunes no es una "opción sino una imposición que afecta sólo a las mujeres cuando la ropa de trabajo tiene una vertiente de protección frente a la prevención de riesgos laborales". El vestuario -añadieron- debe servir para proteger y hacer que las condiciones de trabajo no se vean entorpecidas por los ropajes que se usen, sobre todo, en lugares donde la maquinaria es herramienta de trabajo.
Desde el sindicato no entienden por qué la empresa ha utilizado estos criterios de sustituir un prenda por otra "típicamente femenina como es la falda". Por ello, instaron a sus responsables a rectificar la medida y a entregar a sus empleadas la ropa de trabajo adecuada que venían usando hasta el momento, "dejando de tomar decisiones arbitrarias que no tienen en cuenta ni respetan la opinión de las trabajadoras". Este periódico intentó ponerse en contacto con la empresa en la tarde de ayer, una vez el sindicato hizo pública la denuncia pero no logró recoger su versión.
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