El Gobierno alemán decidió levantar las restricciones que pesaban sobre los trabajadores cualificados de diez de los doce últimos países en entrar en la Unión Europea para entrar en territorio germano, pero acordó igualmente hacer aún más difícil para otros el conseguir visados de trabajo en los dos próximos años.
La decisión del Ejecutivo de la canciller Angela Merkel supone la apertura de las fronteras de Alemania a los trabajadores con título universitario u otras cualificaciones técnicas de alto nivel de diez de los nuevos Estados miembros a partir de principios del próximo año. A partir de esa fecha, los empresarios alemanes no tendrán que demostrar que no hay candidatos adecuados de Alemania u otros países de la UE para el puesto.
Sin embargo, informa la emisora Deutsche Welle, las restricciones sobre los trabajadores no cualificados de Polonia, República Checa, Eslovaquia, Eslovenia, Hungría, Estonia, Letonia y Lituania –países que entraron en mayo de 2004 en la UE– seguirán en vigor hasta el 30 de abril de 2011. En el caso de Rumanía y Bulgaria, que entraron en 2007, se mantendrán hasta principios de 2012.
Por otra parte, el Gobierno también decidió garantizar el adecuado suministro de temporeros para el sector agrícola, muchos de los cuales proceden de los países del este de Europa, y levantar las restricciones a aquellos solicitantes extranjeros de empleo que puedan demostrar conocimiento del alemán y la cultura germana por haber asistido a escuelas alemanas en el extranjero.
Alemania fue uno de los muchos países de la UE que cerró su mercado laboral a los ciudadanos de ocho de los diez nuevos países de la UE en 2004 –salvo Chipre y Malta–, imponiendo restricciones durante tres años y ampliándolas a continuación por otros dos hasta 2009.
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