El peso de las pensiones sobre el Producto Interior Bruto (PIB) se duplicará en el año 2060 pasando del 5% que supone en la actualidad hasta superar el 10%, debido al envejecimiento de la población, según estimaron ayer en Santander Zenón Jiménez-Ridruejo y Carlos Borondo, catedrático y profesor titular, respectivamente, del Departamento de Fundamentos del Análisis Económico de la Universidad de Valladolid.
Jiménez-Ridruejo, que dirige en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) un seminario sobre la Seguridad Social en la nueva situación económica y social, señaló que este "progresivo" aumento de los pensionistas hará que el sistema pase por "umbrales de dificultad financiera", de ahí que apuntara a la necesidad de adoptar medidas para "corregir" este "deterioro".
En este sentido, destacó que, además del envejecimiento de la población, hay "muchos" factores que influyen en la solvencia de la Seguridad Social, por lo que, a su juicio, no hay que hacer "una única reforma".
En rueda de prensa, Jiménez-Ridruejo afirmó que hay que "ser conscientes" de que el sistema no va a ser "siempre" solvente y tras haber analizado la "sensibilidad" de la Seguridad Social a distintas variables como cambios en la productividad, en los índices de fecundidad o en el periodo de jubilación, manifestó que "ninguno" de los elementos "por sí solos" van a resolver el problema.
Así, por ejemplo, subrayó que si bien "hay cierta sensibilidad" del sistema a la edad de la jubilación, este factor "por sí solo" no "garantiza" la sostenibilidad de la Seguridad Social, aunque "sí contribuye".
En consecuencia, consideró que debería realizarse un estudio "serio" para analizar "hasta que punto" las reformas del Pacto de Toledo –que a su juicio deben ser "diversas y varias"– pueden ser "positivas" para la "sostenibilidad" del sistema.
INMIGRACIÓN.
Por otro lado, tanto Jiménez-Ridruejo como Borondo valoraron la inmigración como un fenómeno que "ha beneficiado" al sistema y estimaron que la contribución de la población extranjera a la Seguridad Social será "positiva" hasta el año 2050, ya que, hasta entonces, los contribuyentes inmigrantes serán superiores a los que reciben prestaciones.
Entre los aspectos positivos que aporta la inmigración al sistema, el catedrático destacó los índices de fecundidad de este colectivo y el hecho de que tengan una presencia y participación "más activa" en el mercado de trabajo, ya que, según dijo, su tasa de actividad es mayor que la de los españoles.
Debido a sus efectos sobre el panorama demográfico, Jiménez-Ridruejo sentenció que los inmigrantes han contribuido a "paliar parcialmente" el problema futuro de la sostenibilidad del sistema. Tras señalar que este hecho no será "permanente" puesto que "los inmigrantes también se jubilan", estimó que han dado "un margen" para "contemplar con optimismo" la solvencia del sistema y reformarlo "en los próximos años".
Los comentarios están cerrados.