El 85% de las empresas admite tener dificultades en el momento de repartir las vacaciones de verano entre sus empleados, pese a que el criterio de la antigüedad sigue siendo el más utilizado por los departamentos de recursos humanos a la hora de distribuir los periodos vacacionales, según se desprende de una encuesta realizada por la consultora Ábaco Siglo XXI.
El informe revela que las pequeñas y medianas empresas –pymes– y las empresas de servicios son las más afectadas al tener un número de empleados menor y, por lo tanto, menos posibilidades de establecer turnos.
Así, empresas como consultoras, bufetes de abogados o ‘call center’, que por la naturaleza de su trabajo no pueden permitirse colgar el cartel de cerrado por vacaciones en agosto suelen tener problemas para repartir las vacaciones.
Para paliar esta situación, las empresas establecen cada vez más criterios para establecer dicho reparto, aunque la antigüedad suele ser la que determina las preferencia frente a otros criterios que ganan terreno como la superación de objetivos, en el 20% de los casos.
En cuanto a los motivos que dificultan su distribución y que conlleva a las discusiones entre empleados, el principal es el querer disfrutar de los mismos días que el resto de los miembros de la familia, de la pareja, con los hijos o con los amigos de forma que resulta difícil ceder parte de los días a otros compañeros.
Además, la incorporación de la mujer al trabajo ha influido también en este aspecto, "si antes trabajaba sólo el marido era más sencillo cuadrar las fechas. Ahora entran en juego dos empresas y, en muchos casos, las vacaciones escolares de los hijos", explica la directora general de la consultora Marta Merino.
LA PRIMERA QUINCENA DE AGOSTO, LA MÁS DEMANDADA.
En cuanto a las preferencias, la primera quincena de agosto sigue siendo la más demanda por los trabajadores (un 72%), aunque ganan terreno otros periodos de junio y, sobre todo, de septiembre.
"Para las empresas actuales cerrar en agosto se traduce en una pérdida de productividad. Lo más aconsejable es repartir los periodos de vacaciones a lo largo del año para no paralizar ningún proyecto por completo, es beneficioso tanto para la compañía como para el empleado, que al reincorporarse no se siente tan desconectado de sus tareas", concluye Merino.
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