La inflación española alcanzó en junio un nuevo récord, al 5,1% contra el 4,7% de mayo, según las cifras definitivas publicadas este viernes por el Instituto Nacional de Estadística (INE), en una subida achacada esencialmente a los precios del petróleo y de los alimentos.
Estos datos confirman la primera estimación publicada a finales de junio.
Esta cifra, que se calcula sobre una base armonizada con las estadísticas europeas, alcanzó su nivel más alto desde hace 11 años y medio, es decir, desde el inicio de esta serie estadística en enero de 1997.
La inflación española es tradicionalmente más elevada que la de sus vecinos europeos.
Una buena parte de este aumento de los precios se explica por la disparada de los precios del petróleo.
"En lo que a aumentos en tasa anual se refiere, el más significativo ha sido el de carburantes y combustibles, cuya tasa ha pasado del 21% al 24,6%, seguido de los alimentos frescos que pasan del 4,1% al 5,1%. Por su parte, alimentación elaborada sube del 7,5% al 7,7% y los servicios, que pasan del 3,8% al 3,9%", informa el INE en un comunicado.
Como datos positivos, destaca "el menor crecimiento del precio de los bienes industriales no energéticos cuya tasa pasa del 0,2% al 0,1%".
En cuanto a los datos mensuales, subraya "los incrementos registrados en transporte (1,9%), alimentación y bebidas no alcohólicas (0,6%) y vivienda (0,6)". En cambio, el vestido y el calzado descandieron un -0,8% y las comunicaciones y la enseñanza no experimentaron variaciones.
El vicepresidente segundo del Gobierno y ministro de Economía y Hacienda, Pedro Solbes, estimó que el precio del petróleo es "un tema clave" y reconoció que la inflación del mes de junio "no es una noticia positiva".
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