El dato fue ofrecido ayer en la firma del acuerdo para la revalorización de las condiciones laborales de las personas empleadas en el ámbito del hogar, acordado por la Asociación Andaluza por la Solidaridad y la Paz (ASPA), Cruz Roja Española, la Comisión de Ayuda al Refugiado (CEAR), Málaga Acoge y el Movimiento por la Paz (MPDL).
Este documento, "abierto a que se sumen a él otras entidades sociales del municipio de Málaga y de la provincia", es fruto de varios meses de trabajo e intenta sentar las bases "para garantizar el cumplimiento y reconocimiento de los derechos laborales básicos en el llamado ‘sector del servicio doméstico’", según informaron las asociaciones en rueda de prensa.
El director de Málaga Acoge, Alejandro Cortina, explicó que esta iniciativa parte de la campaña ‘Persona Empleada, ni sirvienta ni criada’, que puso en marcha hace dos años la Federación Andalucía Acoge, y resaltó el hecho de que diferentes ONGs trabajen de forma coordinada en este proyecto "para avanzar en las mejoras laborales de unas personas trabajadoras que, en muchas ocasiones, están sometidos a condiciones casi medievales".
El coordinador provincial de Cruz Roja, Francisco Román, manifestó que desde esta entidad en Málaga "hemos sentido desde hace tiempo la necesidad de regular este sector y trabajar con el mayor número de asociaciones posibles para, entre todos, "dar coherencia y dignificar el trabajo en el servicio doméstico".
Por su parte la coordinadora de Acción Social de MPDL, Mónica Palomino, afirmó que "hay que visibilizar al sector del servicio doméstico para provocar un cambio de mentalidad en la sociedad, que contribuya a la dignificación de sus condiciones laborales" y subrayó el dato de que en la provincia de Málaga, a mayo de 2008, había 7.826 personas en alta laboral en el Régimen Especial de Empleo Doméstico, "número que aumenta a una media de 129 personas por mes", añadió.
De ese número, 5.148 son extranjeros que trabajan en el sector doméstico en la provincia. La gran mayoría son mujeres –un total de 4.622–, con lo que se extrae que el 65,78 por ciento de las personas dedicadas al sector doméstico en Málaga son inmigrantes.
El apoyo de la CEAR al acuerdo, resumió su coordinador andaluz, "es nuestro compromiso en apoyo y defensa del colectivo de atención, de inmigrantes en general, y en nuestro caso de refugiados en particular, quienes, además de tener cada vez mas dificultades para el acceso al derecho de asilo, los pocos que lo consiguen deben tener garantizadas las condiciones mínimas necesarias para una vida digna".
El documento establece líneas de coordinación y trabajo entre las organizaciones en el ámbito del empleo doméstico, así como un protocolo común para las bolsas de empleo de las entidades firmantes, utilizándose como criterio común para la admisión e intermediación de ofertas del sector del empleo doméstico. Dicho protocolo y sus condiciones se revisarán y adaptarán periódicamente a las necesidades del mercado laboral, tal y como afirmaron.
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