Las principales entidades financieras de todo el mundo han recortado cerca de 90.000 puestos de trabajo desde que las pérdidas ‘subprime’ infectaran a los mercados de crédito provocando cerca de 400.000 millones de dólares en pérdidas. Entre estas multinacionales, vemos nombres como UBS, Merrill Lynch, Morgan Stanley, etc. La puesta en marcha de los recortes de personal comenzaron cuando las compañías presentaron sus informes del primer trimestre del año.
El pasado 17 de abril se supo que el banco suizo UBS y el estadounidense Merrill Lynch eliminarían hasta 1.300 empleos en las oficinas que mantienen en Londres debido a las turbulencias en los mercados financieros. ¿Por qué en la capital del Reino Unido? Por ser el lugar con los salarios más elevados.
El banco suizo, uno de las mayores víctimas de la crisis ‘subprime’ (obtuvo pérdidas de unos 23.200 millones de euros en el primer trimestre y 11.500 en el segundo), tomo como medida para subsanar su economía suprimir un 10% de su plantilla en Londres y 5.500 en todo el mundo; por su parte, Merrill Lynch (a comienzos del año presentó pérdidas de 1.232 millones de euros) eliminó el 9% de sus asalariados.
Por otro lado, el 5 de mayo, el banco de inversión estadounidense Morgan Stanley planteó una ronda de despidos que afectarían a unos 1.500 trabajadores, alrededor del 5% de su plantilla. Los recortes afectarán a todas las unidades de negocio del banco, a excepción de los ‘brokers’, cuya remuneración asume las bajadas y subidas del mercado.
El 23 de junio se conoció que otra entidad financiera, Citigroup, preparaba el despido de 6.500 empleados en su división de banca de inversión. No fue una gran sorpresa, pues a comienzos del ejercicio ya se supo que podría reajustar su negocio en respuesta a los resultados.
Y los resultados no fueron precisamente buenos: 5.110 millones de dólares de pérdidas en el primer trimestre y casi 15.000 en el segundo. Por lo tanto, despidos del 10% de la división, en la que actualmente trabajan 65.000 empleados en todo el mundo.
El banco suizo Credit Suisse despedirá a 75 personas pertenecientes a su división de banca de inversión en Londres con el objetivo de ajustar su plantilla a los requerimientos del mercado. Este recorte se suma a los cerca de 1.000 despidos anunciados por la entidad suiza en lo que va de año en las divisiones de banca de inversión y valores respaldados por hipotecas residenciales.
Volvemos a Reino Unido, donde Royal Bank of Scotland anunció el despido de 7.000 empleados como parte del proceso de integración en su división de mercados globales del banco de inversión holandés ABN Amro, que adquirió el año pasado por 71.000 millones de euros a través de un consorcio en el que también participó el Santander.
RBS se vio presionado a actuar de forma agresiva en el proceso de integración debido a que la crisis crediticia mundial ha afectado en mayor medida al sector financiero. Además, este recorte de empleo se produjo después de que el RBS anunciara su intención de llevar a cabo una ampliación de capital por valor de 15.192 millones de euros para mejorar sus reservas, afectadas por la crisis y por la compra del ABN.
Los despidos no sólo afectan al sector financiero
Pero fuera del mundo financiero, los recortes de plantilla para paliar la crisis económica también se dejan notar. Para muestra, un botón: el pasado 7 de julio, Wall Street Journal, afirmó que el grupo automovilístico General Motors preparaba miles de despidos, especialmente de empleados administrativos, y estudia deshacerse de alguna de sus marcas, con el fin de recuperar la rentabilidad en Estados Unidos.
El nuevo recorte de empleo, que será aprobado previsiblemente en la reunión del consejo de administración que se celebrará a principios de agosto, se sumará a la supresión de más de 35.000 puestos de trabajo que actualmente ejecuta la compañía.
Otro ejemplo lo encontramos en el mundo tecnológico, que tampoco se salva: Siemens podría eliminar alrededor de 17.200 empleos en todo el mundo, de los que 6.400 corresponderían a la plantilla de la multinacional en Alemania, como parte del ambicioso programa de ahorro de costes de la compañía
Estos planes representan la reestructuración laboral más fuerte diseñada por la compañía en sus 160 años de historia. Los afectados serán , esencialmente, altos ejecutivos y mandos intermedios de la empresa.
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