El 5% de las personas ocupadas o que trabajaron en el último año tuvo un accidente en jornada laboral o en el trayecto de su casa al trabajo o viceversa (‘accidentes in itinere’) en 2007, según el módulo de siniestralidad laboral y enfermedades profesionales 2007 de la Encuesta de Población Activa (EPA) publicado hoy por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
El porcentaje se amplía hasta el 17,8% en el caso de las personas ocupadas o con alguna experiencia laboral que sufrieron alguna enfermedad el año pasado, situación que han vivido casi 6 millones de trabajadores.
Del total de personas que se accidentaron como consecuencia de su trabajo, el 9,4% tuvo dos o más percances. La mayoría de los accidentados, el 77,1% eran asalariados del sector privado, mientras que el 9,8% eran autónomos y el 9,5% asalariados públicos.
Por sexos, el 5,9% de los hombres y el 3,7% de las mujeres de 16 o más años padecieron en 2007 algún siniestro laboral, concentrándose el mayor porcentaje de accidentes entre los varones en la franja de 25 a 34 años, frente a las mujeres de 55 y más años, el grupo de edad más afectado en este sexo.
Atendiendo a la clasificación por sectores económicos, el sector servicios acaparó casi la mitad de los accidentes laborales en jornada laboral, con un 49,6%, seguido de la industria (22,2%) y la construcción (20,7%). No obstante, teniendo en cuenta el número de ocupados a nivel sectorial, en la construcción y la industria la proporción de accidentes es superior al peso del sector, mientras que en los servicios es inferior.
El 17,7% de las personas que sufrieron algún accidente durante su jornada laboral no dejaron de trabajar o se reincorporaron el mismo día del accidente, mientras que casi el mismo porcentaje (17,6%) volvió a su puesto entre cinco y trece días después.
PROBLEMAS RESPIRATORIOS O PULMONARES
Los datos del INE revelan además que el 17,8% de los ocupados o con experiencia profesional tuvo alguna enfermedad en 2007, declarando haberse encontrado en esta situación el 16,7% de los varones y el 19,1% de las mujeres. Los trabajadores que padecieron alguna enfermedad se incrementan a medida que se avanza en las distintas franjas de edad, alcanzando el 26,7% entre los hombres de 55 y más años y el 31,1% en las mujeres de esa misma edad.
Del total de trabajadores que enfermó en 2007, el 27,3% sufrió una dolencia provocada o agravada por el trabajo y el 5,2%, dos o más. El resto (67,6%) cree que su enfermedad no fue motivada por su labor profesional.
Entre las enfermedades de origen laboral, las principales causas residen en problemas respiratorios y pulmonares, con un 28,2%, seguidas de problemas óseos, articulares y musculares en caderas, piernas y pies (17,3%) y en la espalda (17,2%).
Uno de cada tres ocupados (33,4%) que tuvo una enfermedad laboral en 2007 no se ausentó ni un solo día del trabajo, mientras que el 15,6% estuvo de baja entre uno y tres meses y el 13,2% entre cuatro y trece días. Por su parte, el 8,1% faltó entre tres y seis meses, el 4,1% entre seis y nueve meses y el 5,2% causó baja nueve meses o más.
Algo más de cinco millones de los trabajadores ocupados en 2007 se sentían expuestos a factores adversos para su bienestar mental. En el 81,6% de los casos, el elemento más negativo eran las presiones temporales o la sobrecarga de trabajo, situación que afecta más a los hombres que a las mujeres, mientras que el 7,4% afirmaba haber sufrido acoso e intimidación, porcentaje que sube hasta el 9,4% entre las mujeres.
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