El informe destaca que dar formación a los trabajadores para mejorar su cualificación puede suponer un aumento de la productividad y, por extensión, de la rentabilidad de la compañía y de su cuenta de resultados. De acuerdo con los datos de este estudio, hasta un 90% de las pymes españolas desconocen que disponen de fondos públicos para ofrecer formación a sus empleados.
El Grupo Femxa resalta la existencia de una relación directa entre formación y competitividad, pues los seis países con mayor participación en formación de la OCDE figuran entre los 10 más competitivos del mundo.
Así, en Dinamarca, que es el tercer país más competitivo del mundo, la participación en formación continua de sus trabajadores supera el 45%, mientras que en España este porcentaje no llega al 10%, ocupando el puesto número 29 en el ranking mundial de competitividad.
El Grupo indica que en condiciones de incertidumbre económica como las actuales, la formación se posiciona como un pilar fundamental para aumentar la cualificación de los trabajadores, especialmente en las pymes, y conseguir que estas empresas sean más rentables.
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