El grupo británico de telefonía móvil ganó el viernes un caso que puede ser revelador en una batalla tributaria que supone que no tendrá que pagar impuestos corporativos adicionales al Gobierno británico por su filial con sede en Luxemburgo.
El juez Edward Evans-Lombe falló a favor de Vodafone en el proceso que se libra en el Tribunal Superior que podría ahorrar al operador miles de millones de libras.
Vodafone había hecho efectiva una provisión de 4.400 millones de dólares (2.770 millones de euros) por si perdía el caso.
El Gobierno británico puede apelar la sentencia.
El juez determinó que Vodafone no debería ser obligado a pagar un impuesto en Reino Unido por unos beneficios obtenidos por su filial luxemburguesa Vodafone Investments Luxembourg Sarl (VIL).
VIL es el grupo intermediario de la empresa alemana Mannesmann, que Vodafone compró en marzo de 2000, así como de otras empresas europeas de telecomunicaciones en las que Vodafone tiene interés.
Las autoridades tributarias de Luxemburgo han emitido un certificado fiscal que confirma que VIL es residente por razones fiscales en Luxemburgo, pero el Gobierno británico demandó que sus ganancias deberían estar sujetas al impuesto de sociedades en Reino Unido según la ley de Empresas Extranjeras Controladas (CFC, en inglés) aprobada en 1988.
En 2006, el Tribunal Europeo de Justicia afirmó, sin embargo, que las normas de la CFC eran restrictivas, y que sólo se podían justificar en aquellos lugares donde las filiales se instalasen artificialmente para conseguir una ventaja fiscal.
"Naturalmente estamos contentos con la sentencia de hoy pero el HMRC (el equivalente a la Agencia Tributaria española) tiene el derecho a apelar", dijo un portavoz de Vodafone.
Los comentarios están cerrados.