José Antonio Garbía, presidente del grupo Fiat en España, cree que al menos el 10% de las plantillas de las redes de concesionarios está en situación de riesgo si se mantiene el desplome del mercado automovilístico español.
Este directivo, que es también vicepresidente de la asociación de importadores (Aniacam), expresó su preocupación por la situación de la red de concesionarios, al tiempo que dijo que va a ser inevitable que haya regulaciones de empleo. "Esto no se puede mantener", apostilló.
Garbía dijo de los concesionarios que "sus cuentas de explotación se han ido al traste", después de un arranque a principio de año con fuertes inversiones en publicidad que no se podrán mantener en el segundo semestre, lo que tendrá efectos en el sector publicitario porque la industria del automóvil no puede mantener el ritmo de inversiones.
Tras asegurar que el año se terminará con pérdida, el presidente de Fiat dijo que estudia soluciones para ayudar a los concesionarios, especialmente en lo relativo a los elevados stock que ha generado la caída de ventas.
"Hemos de ayudar a la red a mantenerse hasta que la situación sea superada y ello a pesar de que nuestros recursos están muy limitados con las pérdidas ya anunciadas", añadió.
A la pérdida de ventas se suma, según Garbía, una menor actividad de los servicios de posventa de los concesionarios, ya que se mueve menos el coche, con lo que las visitas al taller se han reducido notablemente.
Otro de los aspectos tratados por Garbía en sus declaraciones es el relacionado con el incremento de los costes de producción por la subida del petróleo y, consecuentemente, de las materias primas.
En este punto, el presidente de Fiat señaló la posibilidad de un incremento de los precios de los coches nuevos, y dio una cifra, que calificó de mínima, en torno al 3%.
El país factura menos, y eso es lo grave, agregó el directivo. No circula el dinero y se paran los sectores, de forma que la industria del automóvil necesita la ayuda urgente del Gobierno para animar la situación de un mercado que el primero de agosto recibirá el Plan VIVE de ayuda a la renovación del parque incentivando la compra de vehículos poco contaminantes, "lo que no sirve para activar el sector".
Dijo del Plan VIVE que "es fantástico para empezar, pero insuficiente", al tiempo que propuso la desaparición del Impuesto de Matriculación o su reducción gradual, por ejemplo, en un 50% en un inicio.
En su opinión, con el incremento de ventas y la correspondiente recaudación por IVA se pagaría el coste de ese 50% de reducción del Impuesto de Matricuación, un mecanismo fiscal que no existe en otros países de la Unión Europea.
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