La escasa cualificación profesional y formación de los trabajadores de la industria de componentes y equipos de automoción limita el éxito y las posibilidad de incrementar la competitividad del sector, según las conclusiones presentadas ayer por el Observatorio Industrial del sector de Fabricantes de Equipos y Componente para Automoción.
Los responsables del sector presentaron ayer el balance de actividades y estudios realizados durante el pasado año, en el Centro Tecnológico de la Automoción de Galicia, en O Porriño (Pontevedra), y entre las conclusiones que se dieron a conocer, destaca la falta de profesionalización entre los trabajadores de este sector.
En ese sentido, el Observatorio subrayó que hay "un importante porcentaje" de operarios sin cualificación y, entre los que tienen esas preparación, sólo en un 25 por ciento de los casos, la formación se adecua a las necesidades de la empresa o del puesto en el que desempeña su labor.
Entre las necesidades formativas más urgentes, este organismo destaca el aprendizaje de idiomas y el uso de herramientas informáticas, aprendizaje de procedimientos propios de la automoción, adquisición de conocimientos específicos como marketing, o la utilización de herramientas y maquinaria propias de cada proceso industrial.
Asimismo, el Observatorio propone varias medidas para incrementar la competitividad de estas industrias, entre ellas, la mejora de la cualificación profesional, el fomento de procesos de I+D+i, favorecer la renovación de instalaciones, o apoyar la protección de la propiedad industrial.
FUTURO DEL SECTOR
La jornada en la que se presentaron estas conclusiones fue inaugurada por el director general de Industria del Gobierno de España, Jesús Candil, y por el director xeral de I+D+i de la Xunta, Salustiano Mato. El primero de ellos, recalcó en su intervención que el Observatorio Industrial del sector es un "instrumento de política industrial" que sirve al Gobierno para definir sus actuaciones.
Candil manifestó el "compromiso firme" del Ejecutivo central con esta industria, y aseveró que, en el actual contexto de "dificultades" económicas, "la madurez de los agentes del sector es la mejor garantía para su futuro". Asimismo, recordó que la industria de la automoción supone el 3 por ciento del PIB a nivel europeo, y el 7 por ciento del empleo.
Salustiano Mato también resaltó la "capacidad y madurez" de esta industria, y recordó que, en el futuro, "será fundamental el concepto de desarrollo sostenible". De hecho, las investigaciones más importantes, como las que desarrolla el Centro Tecnológico de la Automoción de Galicia, van encaminadas a crear el llamado ‘coche verde’, según apuntó.
El representante de MCA-UGT, José Manuel Suárez, afirmó, en declaraciones a los medios, que la existencia del Observatorio Industrial permite a la Administración conocer la situación del sector y adoptar medidas en función de sus circunstancias reales, lo que "puede ayudar a la hora de afrontar una crisis económica".
Suárez abogó por "mantener activa la industria", impulsar la I+D+i y sostener las políticas estatales como la puesta en marcha del Plan Vive, que incentiva la compra de vehículos poco contaminantes y favorece la retirada de coches con más de 15 años de antigüedad. No obstante, matizó que la producción de coches y componentes no está en crisis y que el descenso de la matriculación de vehículos en un 30 por ciento el último mes, "no tendrá consecuencias para el empleo del sector".
CIFRAS DEL SECTOR
La industria de fabricantes de equipos y componentes para automoción facturó en España el año pasado 32.873 millones de euros, de los cuales, el 54,4 por ciento se corresponden con las exportaciones. Asimismo, dio trabajo a más de 245.600 personas, un 0,8 por ciento menos que el año anterior, e invirtió 963 millones de euros (un 3 por ciento de su facturación) en I+D+i.
Según los datos presentados ayer en O Porriño, hubo una reducción de la tasa de temporalidad en estas industrias, que pasó del 21,6 por ciento al 19,4 por ciento del año pasado. Además, el 24 por ciento de las personas que trabajan en el sector son mujeres, y el 61 por ciento de todos los trabajadores tienen una antigüedad inferior a diez años en su empresa.
Las conclusiones del Observatorio evidencia que en España existe un "denso tejido de proveedores" que consolidan su presencia gracias, entre otras cosas, a su capacidad de negociación, el diálogo con trabajadores y administración, la adaptación al mercado global, la flexibilidad o el uso eficiente de sus recursos.
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