La presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, y el ministro de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho, firmaron hoy un convenio de colaboración que contribuirá a aumentar los fondos para realizar actividades basadas en la integración y acogida de los inmigrantes.
Aguirre, que agradeció "de corazón" que el ministro haya dejado su despacho para firmar el acuerdo en la sede del Gobierno regional, aseguró que el Ejecutivo central aportará "40,8 millones de euros para programas de acogida, integración y refuerzo educativo con los menores inmigrantes".
Asimismo, señaló que su deseo es que la firma de este convenio sea el "comienzo de una etapa de cooperación, colaboración y concertación" que, a su juicio, son los tres principios básicos que deben presidir las actividades de los gobiernos, "pertenezcan al partido que pertenezcan".
"Los gobiernos son para todos y nos debemos ocupar de todos, en este caso, de los inmigrantes, pero son los principios que persiguen tanto el Gobierno de la nación como la Comunidad de Madrid", añadió la presidenta.
Por su parte, el ministro de Trabajo e Inmigración señaló que al Gobierno de España le compete lo que es el marco de las líneas generales y de las leyes "para determinar como debe gobernar el fenómeno de la inmigración", tanto en España como en la Unión Europea.
Sin embargo, explicó que cuando se habla de integración y convivencia, estas competencias se deben de hacer desde el propio territorio, "con las administraciones más próximas, las que mejor conocen la realidad de los problemas, y las que mejor pueden hacer políticas activas para que la comunidad desarrolle sus valores en la cohesión social".
Corbacho destacó que esta idea es la que pretende el convenio y que está convencido de que la firma permitirá poder seguir desarrollando proyectos de cohesión social, convivencia, buen desarrollo, políticas de integración "a través de la Consejería de Educación por un lado y por los ayuntamientos por otra".
En este sentido, recordó, al igual que lo hizo Aguirre después, "una cuestión muy asumida porque la demandan los ciudadanos basada en que los gobiernos tienen que estar decididos bajo un espíritu de colaboración, cooperación y concertación".
"Es la función del Estado descentralizado presidido por un espíritu cooperativo que aquí se visualiza en los dos gobiernos, el del Estado y el de la Comunidad", mantuvo Corbacho, quien aseguró que al final el objetivo de todo es "ayudar a seguir mejorando los programas de integración".
PLAN DE INTEGRACIÓN
Por otro lado, la presidenta regional recalcó que Madrid ha sido siempre "una región abierta y hoy, más que nunca porque vienen personas proceden de numerosísimos países del mundo". Estas personas, según Aguirre, contribuyen con su trabajo y esfuerzo a desarrollar la economía de la Comunidad y a convertir a la región en "la punta de la lanza del progreso".
De hecho, recordó que en los últimos años la población se ha multiplicado por ocho, que uno de cada seis madrileños ha nacido en el extranjero y que Madrid es la segunda región en cuanto a número de inmigrantes empadronados.
Así, explicó que ya en 2007 se dedicaron 1.578 millones de euros para integrar a los "nuevos madrileños" con los que 186.000 personas han podido participar en actividades de los centros de integración, 20.000 han dado clase del idioma y 11.000 han acudido a cursos de empleo y formación.
Aguirre aseveró que para este año esta cantidad va a aumentar porque se van a dedicar 1.600 millones de euros y que están trabajando para elaborar un plan de integración para los próximos cuatro años que acogerá las nuevas demandas en esta materia.
En esta dirección, la jefa del Ejecutivo autonómico mostró su deseo de que este plan se apruebe por consenso en la Asamblea de Madrid para que "todos estén implicados" y recordó que solo en la primera fase de elaboración de este plan han intervenido más de 500 personas a través del foro regional para la integración.
Además, indicó que hace unas semanas iniciaron el proceso de participación de toda la sociedad madrileña para que estos puedan aportar sus ideas y contribuir a la elaboración del plan.
"Los países que son grandes lo son por haber sido capaces de abrirse a los que han venido de fuera, de integrar a todos los ciudadanos, y de convertir una sociedad cerrada en una abierta, cosmopolita e integradora", concluyó.
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