El Sindicato de Actores de Cine y Televisión (SAG por sus iniciales en inglés) indicó en un breve comunicado que estudiará la propuesta de 43 páginas y "preparará una respuesta a los ejecutivos una vez que se complete el análisis".
"Esta oferta no parece tener en cuenta algunos asuntos clave importantes para los actores", explicó en el comunicado el director ejecutivo del SAG y responsable de las negociaciones, Doug Allen.
Ambas partes acordaron volver a reunirse el miércoles para discutir la propuesta de los estudios.
El contrato trienal existente que cubre el trabajo en cine y en televisión (en el horario de más audiencia) de los 120.000 miembros del SAG expiraba a las 00:01 del martes, y las partes están enfrentadas desde hace meses sobre los términos de un nuevo acuerdo.
Las conversaciones, que comenzaron en abril, han tocado algunos de los mismos puntos que llevaron a los guionistas a abandonar sus lápices hace unos meses, como el desacuerdo sobre cómo debe pagarse por el trabajo creado para Internet.
Los líderes del SAG han desestimado la posibilidad de protagonizar su propia huelga, que requeriría el apoyo de un 75 por ciento de sus miembros en una votación que tomaría semanas organizar.
Sin embargo, los estudios de Hollywood no se han arriesgado y prácticamente todas las producciones cinematográficas están paralizadas para evitar costosas interrupciones laborales.
"Nuestra oferta final al SAG representa una esperanza final para evitar más suspensiones de trabajo", señaló en un comunicado de tres páginas la Alianza de Productores de Películas y Televisión, agente negociador de los estudios.
Un portavoz de la alianza de productores aseguró que los negociadores de los estudios están listos para explicar sus propuestas y responder a las preguntas del SAG en la reunión del miércoles.
Los términos básicos del viejo contrato seguirán en efecto por ahora, aunque su expiración pone al sindicato a la defensiva.
Queda ahora en manos de los líderes del SAG aceptar la oferta final de los estudios, rechazarla, o someterla a votación de sus miembros.
Un rechazo podría dar vía libre a los estudios para imponer los términos de su oferta final, y el único recurso que le quedaría al SAG en ese momento, junto a la capitulación, sería la huelga.
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