La fábrica de Lafarge Cementos en Sagunt (Valencia) ha donado cerca de 200 toneladas de este material para obras de interés social, entre ellas, la mejora de los accesos al barrio de Penyetes de esta localidad valenciana, en el marco del plan de recuperación del casco histórico del municipio, según informaron en un comunicado fuentes de la compañía.
La empresa realiza de forma periódica este tipo de colaboraciones para contribuir ‘no sólo al desarrollo económico de Sagunto, donde genera más de 500 puestos de trabajo, sino al social y cultural’. Además, la fábrica extiende su colaboración a Valencia y a otros municipios de la Comunitat, como Canet.
Las obras de rehabilitación urbana en el barrio de Penyetes se centran en la eliminación de barreras urbanísticas, por lo que se utilizará el cemento para suavizar pendientes, habilitar rampas para salvar desniveles y sustituir los actuales peldaños. También, se colocarán pasamanos o barandillas en los puntos de mayor desnivel.
Por otra parte, Lafarge Cementos ha facilitado material al municipio de Canet, con el que colabora desde hace más de 20 años, para mejorar el entorno urbano, con un acondicionamiento de espacios ajardinados, de zonas de recreo en guarderías, de accesos y plazas, así como la eliminación de barreras arquitectónicas o la renovación de aceras.
‘Tenemos como máxima prioridad ser una compañía creadora de valor y responsable con la sociedad en la que nos integramos’, afirmó el director de la fábrica Lafarge Cementos en Sagunt, Juan Aniz. Por ello, ‘nos esforzamos por contribuir no sólo al desarrollo económico de la comunidad en la que estamos presentes sino también al social y cultural a través del patrocinio de actividades deportivas, culturales y empresariales, de la donación de cemento para obras de interés social o de acuerdos con diversas instituciones sociales y académicas’, dijo.
La compañía también colaborará con la donación de cemento en las obras de acondicionamiento del edificio que albergará la nueva sede en Valencia de la Asociación ‘Reto a la esperanza’. El edificio será levantado por personas dependientes en proceso de rehabilitación.
En el nuevo centro, se desarrollarán distintas actividades como talleres ocupacionales, para fomentar su posterior inserción en el mundo laboral, o la reparación de muebles y otros enseres para su venta en rastrillos, y destinarán el dinero que obtengan a campañas de rehabilitación y de prevención, que incluirán diversas iniciativas, como conferencias u obras de teatro, en las que se contará siempre con el testimonio de personas rehabilitadas.
En este sentido, el director afirmó que ‘llevamos mucho tiempo colaborando con esta asociación, pues queremos contribuir activamente a la consecución de sus objetivos, que nos parecen loables’. La colaboración de empresas ‘es fundamental para una asociación sin ánimo de lucro, centrada en la rehabilitación de las personas que carecen de recursos económicos y que pertenecen a sectores marginales de la sociedad’, destacó.
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