El secretario de Estado de la Seguridad Social, Octavio Granado, urgió ayer al Parlamento a alcanzar con el Gobierno un acuerdo para reformar la ley que regula el Fondo de Reserva a fin de "modernizar" sus inversiones y permitir incluso que parte del mismo sea invertido en renta variable.
Granado, en su primera comparecencia de esta legislatura en la Comisión No Permanente del Pacto de Toledo, insistió en que la norma que regula la ‘hucha’ de las pensiones "se ha quedado claramente pequeña", pues el Fondo ya alcanza los 56.000 millones de euros y anualmente invierte unos 15.000 millones de euros en activos financieros públicos (además de los emitidos por España, actualmente el Fondo también está invertido en deuda no española de Alemania, Francia y Países Bajos).
La reforma del Fondo de Reserva ya se planteó en la pasada legislatura, pero no salió adelante por falta de consenso en el Parlamento. El proyecto de ley que elaboró Trabajo entonces autorizaba la inversión de parte del Fondo de Reserva en renta fija emitida por entidades privadas y en renta variable, pero siempre buscando valores seguros, rentables y con perfiles de riesgo distintos. Aunque el porcentaje que iba a poder invertirse en estos valores no se recogía en la norma, se habló de un 10%.
Lo que se quería hacer era que el Estado siguiera gestionando las inversiones en renta pública y que, al mismo tiempo, una parte del Fondo de Reserva se pusiera en manos de gestores privados para su inversión posterior. Estos gestores tendrían un margen de libertad para decidir en qué valores invertir, ya fueran de renta fija o variable, y partirían para ello de una serie de criterios.
Granado precisó que el Gobierno asistirá a esta discusión, que posiblemente se iniciará tras el verano, con la idea "clara" de que el Fondo de Reserva no pierda seguridad y gane en flexibilidad. "Eso puede hacerse con una regulación más homologable a las que existen para todos los Fondos de Reserva del mundo, porque tenemos una ley bastante diferente. Queremos aproximarnos a esos países, sobre todo a aquellos que tienen mayor rentabilidad y eficiencia y seguridad en sus inversiones", explicó.
En todo caso, el secretario de Estado aclaró que la intención del Ejecutivo es que esta reforma cuente con el voto favorable del PP, del PSOE y del mayor número posible de grupos parlamentarios. "Y si para eso tenemos que modificar nuestros criterios, lo haremos. Buscaremos fórmulas de entendimiento, que yo creo que las hay. No renunciaré nunca a que el Fondo de Reserva tenga una mayor rentabilidad", subrayó.
INVERTIR MÁS EN ESPAÑA
Granado afirmó que una vez haya acuerdo sobre lo que hacer con las inversiones del Fondo (por ejemplo, si se invierte en Bolsa o no) se determinarán los límites cuantitativos que correspondan.
La práctica totalidad del Fondo de Reserva está invertido en activos financieros públicos por un importe, a precio de adquisición, de 47.811,1 millones de euros. Los emitidos por el Reino de España suponen el 54,03% del total, mientras que el 45,97% está invertido en deuda de Alemania, Francia y Países Bajos.
En este sentido, Granado explicó que la crisis de los mercados financieros ha encarecido mucho la deuda alemana, lo que la convierte en un valor menos rentable. Por ello, y también debido a la actual situación de la economía española, el secretario de Estado señaló que las inversiones del Fondo van a utilizar mucho más la deuda española que la extranjera.
Preguntado por el montante de la compensación a los pensionistas por la desviación de precios, Granado afirmó que cada décima del IPC por encima del objetivo del 2% costará unos 144 millones de euros (72 millones por la paga compensatoria y otros 72 millones para su consolidación en nómina).
El secretario de Estado indicó además que los ingresos del sistema siguen creciendo por encima de los gastos, pero avanzó que, en términos afiliativos, el mes de junio no fue bueno para la Seguridad Social.
PP: NO A LAS REFORMAS UNILATERALES
Por su parte, el portavoz del PP en esta Comisión, Tomás Burgos, se mostró a favor de estudiar mejoras en la gestión del Fondo de Reserva, pero desde el "máximo diálogo" con el Parlamento. "No es conveniente regular unilateralmente el Fondo de Reserva", insistió.
Burgos señaló de que el Fondo de Reserva no debe utilizarse como "argumento para la inmovilidad ni como eje de la sostenibilidad del sistema" y advirtió de que hay que tener "mucho cuidado" con aquellos que quieren "entrar a saco" en el Fondo de Reserva. "Es un oscurso objeto de deseo para muchos sectores", opinó.
El portavoz del PP instó a concluir con el proceso de separación de fuentes, porque ello traería más recursos al sistema y eliminaría cargas que no le son propias, y a "repensar" el destino de las inversiones del Fondo, pues ahora que España necesita impulsar su economía, no parece razonable "financiar el crecimiento ecónomico de Francia, Alemania y Holanda".
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