El responsable de bomberos forestales de Castilla-La Mancha de la Confederación General del Trabajo (CGT), Isaac Viñas, lamentó ayer el despido improcedente, por parte de la empresa pública Geacam, de Rafael Díaz-Cano Jaime por sobrepasar el límite de kilos en el último reconocimiento médico y pide que se lleve a cabo un despido nulo.
En declaraciones a los medios, Viñas explicó que Díaz-Cano Jaime trabajó durante todo el año pasado como ayudante y vigilante forestal móvil en una patrulla de incendios en Ciudad Real, con un contrato de categoría eventual.
El problema es que el trabajador fue despedido "automáticamente" el pasado mes de mayo de la empresa por sobrepasar en dos kilos el peso máximo, mientras que el convenio que se firmó para los trabajadores forestales, tanto fijos como eventuales, "establecía un periodo de 20 días para adecuarnos y prepararnos para el reconocimiento médico", recordando así que el tipo de contrato que se suele hacer en el sector de incendios forestales es fijo discontinuo, es decir, que se trabajan 9 de los 12 meses del año.
Tras estos hechos, "lo lógico y lo que hicimos es que el trabajador presente una conciliación antes de ir al juzgado", pero "nuestra sorpresa fue que durante el proceso la empresa reconoció la improcedencia del despido", el cual pretende solucionar con una indemnización que ronda los 1.000 euros, "y esto no lo podemos consentir".
Denuncia en el Juzgado
Por ello, el trabajador interpuso ayer una denuncia en el Juzgado de lo Social de Ciudad Real para reclamar un despido nulo que, si consigue, obligaría a la empresa a readmitirlo, porque "hay que defender los derechos constitucionales y las garantías de los trabajadores".
De esta manera, Isaac Viñas calificó de "temeridad" el hecho de que una empresa pública "tenga la chulería" de llevar a cabo un despido improcedente, reconocerlo, "e intentar solucionarlo pagando 1.000 euros".
"Nuestro sindicato no puede consentir que una empresa pública haga esto porque es un atropello. Si lo hacemos estaríamos sentando un precedente malvado y canallesco", destacó el responsable de los bomberos de Castilla-La Mancha de la CNT.
"Nos prometieron la luna"
En la misma línea, Isaac Viñas reclamó la "urgente necesidad" de ampliar la campaña de incendios a doce meses con el objetivo de profesionalizar el sector, "tal y como prometieron a raíz del incendio de Guadalajara en 2005".
El problema es que "se les ha olvidado". "Nos prometieron la luna y no hemos llegado ni al mar", expresó metafóricamente, "pero tenemos que conseguir llegar al pleno empleo e ir adecuando las plantillas poco a poco para ser profesionales", y sin olvidar que la mayoría de los trabajadores de incendios forestales no son bomberos, sino personas procedentes del medio rural, "por lo que no se puede hacer una reconversión salvaje".
Por su parte, Rafael Díaz-Cano Jaime explicó que fue despedido "de manera inmediata e injusta" el 14 de mayo, tras el reconocimiento médico de rutina, y por eso pidió que "antes de echar a la calle a un trabajador se le de la opción de realizar un seguimiento durante un tiempo, y si no cumple perdiendo peso, eso significa que no ha puesto nada de su parte", por lo que ya se podrían llevar a cabo medidas como ésta.
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