Bill Gates se despidió el viernes de Microsoft con lágrimas en los ojos, después de conducir al fabricante de software a ser la firma tecnológica más valiosa del mundo, basado en la ambiciosa meta de colocar un ordenador en cada escritorio y en cada hogar.
Gates deja su rol de presidente de tiempo completo en Microsoft, empresa que fundó junto con su amigo de la infancia Paul Allen en 1975, para centrarse en la filantropía a través de la fundación Bill & Melinda Gates, la mayor institución de caridad del mundo, creada gracias a su enorme fortuna.
En una ceremonia de despedida realizada en la sede de Microsoft, Gates, que se convertirá en presidente no ejecutivo del consejo de administración y trabajará media jornada, se reunió en el escenario con el presidente ejecutivo Steve Ballmer.
"No habrá un día en mi vida en que no piense en Microsoft y las grandes cosas que está haciendo, y en querer ayudar", dijo Gates, que derramó lágrimas al tiempo que el grupo de empleados se puso de pie para ovacionarle.
Gates seguirá trabajando en la empresa en proyectos especiales de tecnología.
La fortuna personal de Gates, quien fue considerado alguna vez el hombre más rico del mundo, ha sido estimada en cerca de 58.000 millones de dólares (36.000 millones de euros), según la revista Forbes. Se ubica en el tercer lugar del mundo, tras el inversor Warren Buffett y el magnate mexicano de las telecomunicaciones Carlos Slim.
MIL MILLONES Y CONTANDO
Ballmer, compañero de la Universidad de Harvard que se incorporó a Microsoft a instancias de Gates, habló sobre cómo pensó en renunciar a Microsoft apenas un mes después de haber llegado para volver a la Universidad de Stanford. Bill le imploró que se quedara y estableció la visión de la compañía.
"¡No lo entiendes! Vamos a poner un ordenador en cada escritorio y en cada hogar", fue la frase que según recordó Ballmer dijo Gates para convencerlo.
Actualmente, hay más de 1.000 millones de ordenadores personales en el mundo, según la firma de investigaciones IDC.
Gates y Ballmer recordaron los muchos pasos que Microsoft dio para evolucionar desde un inestable inicio hasta alcanzar más de 90.000 empleados que hacen desde consolas de videojuegos a software para ordenadores.
La pareja rememoró las batallas contra el titán de la industria informática International Business Machines (IBM), un antiguo socio que se convirtió en rival cuando lanzó un sistema operativo para competir con el estandarte de Microsoft, Windows.
Gates, de 52 años, también reconoció "un error" en no darse cuenta antes de cómo el negocio de la búsqueda y la publicidad en Internet, ahora dominado por Google, transformaría la industria.
"Me gusta ese tipo de cosas donde la gente subestima a Microsoft", dijo Gates. "Sí, cometemos errores y lo sabemos, pero nos resarcimos y aprendemos de ellos. Mucho de nuestro mejor trabajo proviene de ello", concluyó.
Daisuke Wakabayashi
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