La Comisión Europea (CE) cree que la propuesta del Gobierno italiano de tomar las huellas dactilares a todos los gitanos y crear un censo va en contra de las normas europeas contra la discriminación, señaló ayer un portavoz del Ejecutivo comunitario.
Bruselas pidió, sin embargo, más tiempo para que se concrete esa idea, que sólo conoce por "comentarios en la prensa".
El portavoz de la CE Pietro Petrucci aseguró en rueda de prensa que, cuando Bruselas reciba alguna notificación sobre los planes anunciados esta semana por el ministro del Interior de Italia, Roberto Maroni, podrá precisar su respuesta.
Sin embargo, ante la insistencia de los periodistas sobre la cabida de la propuesta dentro de las normas comunitarias, indicó que las "reglas son claras (…) y la respuesta es no".
Maroni anunció el pasado miércoles que las autoridades tomarán las huellas dactilares a todos los gitanos, incluidos los menores, para crear un censo de las personas que viven en asentamientos.
La elaboración de un censo de los campamentos gitanos es uno de los poderes especiales que el gabinete conservador de Silvio Berlusconi ha concedido a los delegados de gobiernos de las principales localidades, dentro de las medidas anunciadas por el Ejecutivo para garantizar la seguridad de los ciudadanos.
Para poder llevar a cabo esta medida, se ha tenido que hacer una excepción a la ley sobre seguridad pública, que prohíbe tomar las huellas digitales a los menores.
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