Volvo explicó que este recorte de plantilla se enmarca en un plan de reducción costes anual, que espera alcanzar los 4.000 millones de coronas suecas (425 millones de euros).
La compañía registró unas pérdidas brutas de 151 millones de dólares (97 millones de euros) en el primer trimestre del año, frente a un beneficio de 94 millones de dólares en el mismo periodo del ejercicio anterior. Las ventas fueron de 4.200 millones de dólares hasta marzo, frente a los 4.600 millones de dólares de 2007.
Problemas
Las pérdidas de Volvo han añadido un nuevo problema a su matriz Ford, que también está sufriendo la fuerte caída del negocio en EEUU y la creciente preferencia respecto a coches más pequeños y con un menor consumo de combustible.
Volvo se ha visto perjudicada por la debilidad del dólar porque no fabrica automóviles en EEUU, por lo que no se beneficia de unos menores costes, a diferencia de otras firmas japonesas, coreanas o las alemanas BMW y Mercedes. Kirk Kerkorian, que ha comprado recientemente cerca del 6% de Ford, quiere que la firma venda Volvo.
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