“Los derechos” son la piedra angular del discurso habitual de los directivos de la SGAE, quienes, en ocasiones, han llegado a comparar su labor de gestión con la actividad de un sindicato. “Nos haría mucha ilusión que compartieran estos sentimientos sindicales con los trabajadores”, declara a DIAGONAL sarcásticamente un miembro del comité de empresa de la sede madrileña de la SGAE, que prefiere mantener el anonimato. Al margen de la polémica sobre la forma en que la entidad ejerce los “derechos de autor”, parece claro que los “derechos del trabajador” no son tan apreciados por el consejo de dirección presidido por Teddy Bautista.
El sindicalista consultado por este periódico declara que en los últimos años se han producido “actuaciones en delegaciones de la SGAE que son muy duras, cacicadas”. Éstas responden, según él, a una “lotería” que busca “escarmientos públicos irracionales y aleatorios”, por lo que la sociedad de gestión consigue su objetivo entre sus 470 empleados : “La gente tiene miedo”.
Sevilla es una de las localidades donde hay más ejemplos de este comportamiento. El más sonado fue el despido de una trabajadora en 2004. Según UGT, la razón real era que había testificado a favor de un compañero que había demandado por acoso a la SGAE y había sido despedido en el proceso. Además, esta trabajadora ya había recibido la carta de despido anteriormente porque, en opinión del jefe de la delegación, “vestía una minifalda y ésa no era la imagen de la SGAE”, siempre según la versión de UGT. La entidad tuvo que readmitirla, pero con el segundo despido la SGAE se cobraba sus ‘insubordinaciones’.
Sumados a otros casos, estos hechos llevaron en 2004 al comité de empresa de la SGAE a hacer público un duro comunicado. “Éstos son los nuevos tiempos en la SGAE ; siempre paga el más débil”, afirmaba el comunicado, que continuaba señalando que se había instalado “un régimen de terror en el que no hay compasión con el disidente”, pues el mensaje de “o estás conmigo o contra mí se ha convertido en moneda de curso legal”. Así mismo, el comité explicaba que la sociedad de gestión mantiene “jefes tóxicos” que han “ejercido presiones brutales a trabajadores que han desembocado en profundas depresiones” y, “una vez destruidos psicológicamente”, aceptan su baja como “una salida liberadora”.
De acuerdo a la fuente consultada por DIAGONAL, esta política laboral ha tenido muestras recientes en Madrid. En septiembre de 2007 una trabajadora que reclamaba que se le aplicase una categoría profesional superior fue despedida. Ya en 2008, un informático ha ido a la calle por reconocer su incapacidad para llevar a cabo un encargo. Nada extraño, si no fuera porque llevaba diez años trabajando para la empresa.
Convenio sin cumplir
En octubre de 2007, Natalia Gómez de Enterría sustituyó a Estrella Pérez de la Fuente como gerente de Recursos Humanos de la SGAE. Las expectativas sindicales de que el cambio de persona conllevase un cambio de actitud no se cumplieron.
Desde el comité de empresa de Madrid se asegura que Gómez de Enterría sigue las “mismas sendas” que su antecesora : “falta de respeto” y “saltarse el convenio”. Este incumplimiento del convenio de empresa se traduce principalmente en unos “límites de tiempo traspasados ampliamente”. Según esta fuente, el pacto horario entre empresa y trabajadores de la SGAE indica que el 35% de los empleados desarrollarán su actividad en horario partido, y esta cláusula se ignora de forma constante. El sindicalista afirma en este sentido que un dictamen de Inspección de Trabajo en el verano del año 2005 denuncia a la SGAE por incumplimiento de convenio. Por todo ello, la fuente consultada advierte : “No desechamos la posibilidad de movilizaciones”. “Si insistentemente no se respetan los acuerdos, combinaremos los juzgados con la acción sindical”, añade, consciente de la potencia de los gabinetes jurídicos de la SGAE.
Socios de la SGAE contra la demanda a CNT
Continúa el conflicto entre la SGAE y el sindicato CNT, al que pide 9.000 euros por hacer público un comunicado en su contra. La organización anarcosindicalista, que considera la demanda como un ataque a la libertad de expresión, continúa su campaña de concentraciones frente a actos de la SGAE en diversas localidades. Por otro lado, CNT ha hecho público un manifiesto en el que 33 asociados de la SGAE critican el proceso judicial iniciado por ésta.
Los socios de la SGAE, entre los cuales se encuentran músicos reconocidos como el cantante y compositor vasco Fermin Muguruza, la cantante Amparo Sánchez o el grupo madrileño de hardcore Habeas Corpus, se deslindan de la actitud de la SGAE al manifestar su “total desacuerdo con la demanda” pues “cualquier individuo u organización tiene el derecho de expresar su opinión acerca del funcionamiento y actividad de la SGAE”. Así mismo, los firmantes afirman que la entidad dirigida por José Luis Borau y Teddy Bautista no les consultó en ningún momento la decisión de iniciar el proceso judicial, lo que para ellos constituye una muestra de “serias deficiencias en cuanto a su democracia interna”. El comunicado concluye solicitando a la SGAE que retire la demanda y que no recurra a estos métodos de ahora en adelante. De esta “política de imagen” son víctimas, además de CNT, la web Alasbarricadas. org, el diario Público o la Asociación de Internautas. Al cierre de esta edición la SGAE no había respondido públicamente a la opinión de estos socios, cuyo número no deja de aumentar, según CNT. El sindicato recoge firmas de los asociados en la dirección de correo electrónico graficas_madrid@cnt.es
De asesora a practicante
Antes de fichar por la SGAE, su actual gerente de Recursos Humanos, Natalia Gómez de Enterría, formaba parte del plantel, junto a varios familiares, de Sagardoy Abogados, un despacho dedicado fundamentalmente a la asesoría laboral a empresas. Esta empresa es una escuela excelente para cualquier abogado de empresario, pues para algo fue su presidente, Juan Antonio Sagardoy, uno de los principales responsables de la legislación laboral de la Transición, época en la que se puso fin al pujante movimiento obrero en el Estado español.
Sagardoy Abogados ha estado involucrada en diferentes reestructuraciones de plantilla, como en el reciente Expediente de Regulación de Empleo aplicado por Radio Televisión Española. Las malas lenguas insinúan que la llegada de Gómez de Enterría podría tener algo que ver con posibles despidos en la SGAE de cara al futuro traslado a su nueva multisede en la localidad madrileña de Boadilla del Monte, pero DIAGONAL no ha podido confirmar esta información. “Ni por parte de las fuentes sindicales consultadas, que hablan de ‘rumorología’, ni por parte de la empresa, cuyo departamento de comunicación ha declinado hacer declaraciones a este periódico”.
Eduardo Pérez / Redacción / Diagonal
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