El Tribunal Supremo ha confirmado la sentencia que obliga al Ministerio de Defensa a readmitir en la Academia General del Aire (AGA) a un alumno de cuarto curso, número uno de su promoción, que fue expulsado en 2006 del citado centro de formación castrense por la lectura de una carta crítica con sus mandos durante una representación cómica celebrada meses antes en la Base de San Javier (Murcia) ante compañeros, profesores y familiares.
La sentencia del Alto Tribunal, a la que tuvo acceso Europa Press, confirma la sanción de dos meses de arresto impuesta al alférez como autor de una falta grave contemplada en artículo octavo de la Ley de Régimen Disciplinario de las Fuerzas Armadas, en el supuesto relativo a las "manifestaciones contrarias a la disciplina", y declara el derecho del alumno a percibir del Ministerio de Defensa "la totalidad de las cantidades económicas" que perdió como consecuencia de su baja en la Fuerza Aérea.
Establece además que el sancionado volverá a ser "alumno de pleno derecho" de la Academia General del Aire y que, una vez concluya su formación, se incorporará como oficial de carrera con el mismo empleo militar y en el mismo puesto del escalafón que le hubiera correspondido de haber acabado los estudios el año en que los terminaron sus compañeros de promoción.
La decisión de sustituir la sanción de expulsión por un arresto disciplinario de dos meses fue adoptada el 3 de julio de 2007 por el Tribunal Militar Central, que aceptó el recurso del alumno y decidió dejar sin efecto la medida decretada el 30 de junio de 2006 por la subsecretaria de Defensa, María Victoria San José Villacé, por considerar que dicho correctivo no era proporcional con los hechos sancionados.
El alumno sancionado, el alférez A.A.G., leyó el 9 de diciembre de 2005 en el Salón de Actos de la Academia General del Aire, durante la representación cómica ‘Estratosféricos’, protagonizada, como en años anteriores, por los alumnos de cuarto curso de promoción, una carta titulada ‘A usted’ y caracterizada por las críticas a los profesores del centro de enseñanza castrense murciano.
"A usted, que vino destinado a la academia forzoso. Sabemos que no le gusta su trabajo pero no trate de mostrármelo cada cinco minutos", comenzaba la carta que posteriormente supuso la expulsión del número uno de cuarto curso de promoción y que había ingresado en la AGA con la segunda mejor nota de acceso.
El texto, leído ante compañeros, profesores y familiares, incluía expresiones dirigidas a los profesores como la afirmación de que "las cosas se dicen a la cara, un oficial no se esconde". "Algunos de ustedes deben pensar que la potestad sancionadora es como tener un Fischer Price. Me explico. Parece que salir de civil en primero es motivo de siete días de arresto, mientras que acostarse con la novia en la nave merece cuatro días de privación de salida. Es más, iré más lejos; El año pasado un galonista fue arrestado catorce días por mentir, este año me ordenan que mienta deliberadamente un documento escrito", señalaba la misiva antes de concluir considerar que si los mandos militares pensaran como personas antes que como jefes "todo iría mucho mejor".
La sentencia dictada por el Tribunal Supremo rechaza los recursos presentados por el alumno y por la Abogacía del Estado al fallo del Tribunal Militar Central e incluye un voto particular en el que el magistrado Javier Juliani Hernan expresa su apoyo a la expulsión del alumno decretada por Defensa por "la gravedad objetiva de los hechos" y porque su comportamiento "evidencia una manera de conducirse absolutamente incompatible con la pertenencia a las Fuerzas Armadas".
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