Los españoles encabezan la lista de los europeos más pesimistas al valorar la evolución económica de sus hogares desde octubre de 2007, seguidos de los griegos, los portugueses, los belgas y los británicos.
Además, de toda la Unión, España es el segundo país donde más cayó en este mismo período la valoración de su nivel de vida en general, de la situación laboral y de la situación económica nacional.
A pesar del aumento de la preocupación por la situación económica, el terrorismo sigue siendo el problema concreto que más inquieta a los españoles, siendo citado como tal por el 31 por ciento de los ciudadanos, una proporción significativamente superior a la media de la UE, situada en el 7%.
No obstante, la percepción de la gravedad de este problema ha disminuido tanto en España como en la Unión desde el pasado año, con bajadas de tres y seis puntos porcentuales, respectivamente.
Los otros problemas que más inquietan en España son el desempleo (27%), la vivienda y la subida de los precios (ambos con un 26%), la inmigración y la situación económica en general (ambos con un 18%).
Pese a la visión pesimista sobre la evolución económica en los últimos meses, el Eurobarómetro sitúa a los españoles entre los europeístas más entusiastas, ya que un 59% de los consultados tiene una imagen ‘positiva’ de la UE, superior a la media de los Veintisiete, de un 48%.
Asimismo, un 65% de los españoles considera que la pertenencia a la Unión es ‘buena’ para su país, frente al 52% de los ciudadanos comunitarios.
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