La tercera jornada de protesta de los trabajadores se cerró sin ningún tipo de avance en la negociación. Ni siquiera hubo contactos. Los sindicatos no recibieron la llamada de las firmas Uni2 y Garbialdi para volver a sentarse a negociar. Por ahora, los operarios tienen sobre la mesa la última propuesta de la patronal, que incluye un aumento de sueldo de 225 euros al mes. La subida se alcanzaría en un plazo de tres años. Sin embargo, los limpiadores se mantienen firmes y exigen la equiparación salarial con las diez personas de plantilla del metro que realizan ‘idéntica labor’ que ellos y que cobran mensualmente ‘400 euros más’.
Ayer la huelga, cuyo seguimiento cifran los sindicatos en un 90 por ciento, se dejó sentir de nuevo en los andenes y vagones. Los empleados que no secundaron la movilización se esforzaron por mantener a raya la suciedad. De nuevo volvieron a producirse algunos incidentes: pintadas, vertido de grasa, lanzamiento de papeles y hasta huevos en Indautxu. Como en días anteriores, las centrales dijeron no tener conocimiento de lo sucedido. La negociación podría retomarse este lunes, aunque aún no hay ninguna reunión convocada.
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