El sindicato Unite, que representa a más de 600 camioneros en el contencioso, ha asegurado que la huelga tendrá un efecto cada vez peor en el abastecimiento de gasolina durante el fin de semana y han advertido de nuevos paros en los próximos días si no se resuelve la disputa.
Los paros, que comenzaron a las 05:00 horas GMT del viernes, durarán en principio hasta las 05:00 horas GMT del próximo martes tras fracasar la negociación entre sindicatos y empresas.
Shell ha asegurado en un comunicado que los planes de contingencia puestos en marcha para hacer frente a la crisis ‘están funcionando bien’ y que aunque las ventas de gasolina se mantienen altas, ‘no están a unos niveles extremos y hay pocos indicios de que se esté produciendo compras llevadas por el pánico’.
La petrolera opera una de cada diez gasolineras en el Reino Unido, pero según fuentes del sector citadas por la BBC la huelga podría afectar hasta un 17 por ciento de la cuota de mercado.
El primer ministro británico, Gordon Brown, ha instando a ambas partes a reanudar las negociaciones y ha asegurado que se han puesto en marcha planes de contingencia para minimizar las consecuencias negativas de la huelga para los ciudadanos.
El Gobierno ha instado a los ciudadanos a no comprar gasolina impulsados por el pánico ante el temor de un recorte del suministro.
También las empresas minoristas que venden gasolina han pedido calma a los ciudadanos y han asegurado que están trabajando para mantener el suministro de cara a un aumento de la demanda por la huelga.
Unite ha celebrado esta semana reuniones maratonianas con representantes de Hoyer UK y Suckling Transport, empresas contratadas por Shell para el transporte de gasolina, aunque las conversaciones se suspendieron este jueves por la falta de acuerdo.
El sindicato mantiene que el salario medio sin contar las horas extras que cobran los trabajadores, de 32.000 libras anuales (unos 40.000 euros), no se ha incrementado desde 1992.
Los conductores han rechazado una oferta de un aumento salarial de un 6,8 por ciento que, según las empresas, incrementaría el sueldo medio, incluidas las horas extras, de 36.500 libras anuales (unos 46.000 euros) a 39.000 libras (unos 50.000 euros).
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