Fuentes del Instituto Vasco de Seguridad y Salud Laborales, Osalan, aseguraron ‘desconocer aún con exactitud las causas’ del fatal suceso. Nada más producirse el accidente, el buque tomó rumbo a puerto para proceder a los trámites necesarios de cara a la repatriación del cuerpo. El fallecimiento del contramaestre se difundió ayer como la pólvora en Lekeitio y causó una gran conmoción entre los vecinos y, en especial, en la numerosa comunidad de marineros de la comarca de Lea Artibai que trabajan en la flota atunera. ‘Parece que atravesamos una pésima racha en todos los sentidos’, lamentaron arrantzales la villa.
El buque, de 56 metros de eslora y 11 metros de manga, es uno de los más pequeños de la flota vasca atunera. Modernizado hace unos años, pasó de operar en el Índico a las aguas del Atlántico, donde emplea el arte del cerco mediante grandes redes para rodear y apresar los bancos de atunes.
Críticas sindicales
Posteriormente, descarga las capturas en puertos como Dakar o Abidjan, hacia donde se dirige tras el fallecimiento del contramaestre. El accidente laboral que costó la vida al vecino de Lekeitio provocó duras críticas de los sindicatos, que aseguraron que, ‘como todos los ocurridos, era evitable; pero, una vez más, la historia se repite’, recalcaron.
En ese sentido, LAB denunció que la ‘precariedad, la falta de control del trabajo y los ritmos inhumanos hacen que la seguridad y la salud laboral queden en un segundo, tercer o cuarto plano, en un sector como el pesquero que, conjuntamente con el de construcción, es de especial peligrosidad’. El sindicato abertzale convocó ayer una concentración de protesta en Lekeitio y volverá a expresar su repulsa el lunes delante de la sede que la empresa armadora cuenta en Bermeo.
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