Aunque para el 70% de los madrileños la familia ideal es aquella en la que hombres y mujeres comparten de una forma equilibrada sus responsabilidades laborales y domésticas, sólo el 22,7% de las parejas lo hacen (dos puntos más que en 2004).
Esta desigualdad supone que la mujer asume el cuidado de los hijos, de los dependientes y el trabajo doméstico. Por eso el 48,8% ha dejado su trabajo, 5 puntos más que en 2004.
Las que no lo abandonan optan por reducir su jornada (el 71% de las féminas de entre 35 y 39 años) y el 21 % tiene contrato a tiempo parcial. El 5,2 % lo deja tras quedarse embara zada, el 8,9 al casarse y el 15,3 para cuidar a dependientes.
Las mujeres prefieren retrasar la maternidad, a diferencia de los hombres, que no perciben la conciliación como un problema. El 25,9% de ellas reconoce que el reparto del trabajo en el hogar es desigual.
El discurso de la igualdad ha calado, pero queda mucho para que se produzca en la práctica", dice Carlos Llés, pro fesor de la Universidad Carlos III y autor del estudio. Y apunta un cambio de mentalidad: "El modelo de superwoman está en declive. Ahora ellas renuncian a ser perfectas en el trabajo, en casa y con los hijos".
Conchita Sánchez, directora de la consultora Easy life, señala: "Es importante flexibilizar el trabajo, con tele-trabajo o una jornada especial y obligando a hombres y mujeres hacer los mismos horarios, para que también ellos asuman su papel en la familia".
LA GUARDERÍA EN LA REBOTICA
A Sara, farmacéutica de 28 años y madre de una niña de un año y cuatro meses, la palabra conciliarle suena a chiste. Su horario de trabajo es de lunes a viernes de 9.30 a 13.45 y de 17.00 a 20.00, y los sábados de 10.00 a 13.45.
"Dos tardes a la semana tengo que traerme a Claudia, y ha habido veces que alguna clienta la ha sacado a dar un paseo", comenta. Entre semana, quitando esas tardes, Claudia, su única hija hasta ahora, no pasa más dedos horas y media con ella: las del desayuno, la sobremesa, la cena y los juegos de antes de dormirse.
"Con mi chico pasa más tiempo, porque es autónomo", sigue. "Por las mañanas está con él y con la abuela, mientras no vaya aún a la guardería".
A Claudia y a Sara les quedan los fines de semana para estar juntas. "Yo disfruto de ella los domingos… A veces mi chico aprovecha para jugar al pádel, pero yo me quedo con Claudia… ¡y tan contenta!". Cuando se le pregunta sobre la posibilidad de una jornada reducida, Sara se lamenta: "Quizá si la farmacia no fuera de mi madre…".
MÁS EFICACIA Y MEJORES IDEAS TRAS SER PADRE
A Miguel la paternidad le ha cambiado. "Me lo dice mi jefe, que me nota más dinámico". Él lo atribuye al equilibrio que, con 35 años, le han reportado sus dos hijos, Irene y Raúl, de tres años y cinco meses. Por ellos ha pedido una reducción de jornada en su empresa, la consultora Everis.
Entra a las nueve y sale a las tres. Y espera seguir haciéndolo, pues le gustaría tener hasta cuatro hijos y verlos crecer. Contesta antes de bañarlos, a las siete, y explica: "Sé que de gerente no voy a pasar, y que mi trayectoria profesional se ha desacelerado, pero a la vez noto que mis horas las trabajo más a fondo, que soy más productivo, que se me ocurren mejores ideas".
Miguel ha renunciado a trabajar para clientes externos, lo que facilita la gestión, y a volver a casa a las 22.00 o 23.00, y a veces, hasta a las 2.00. No lo echa de menos.
"Los niños lo compensan todo, y fue una decisión que tomé a sabiendas. Además, en el trabajo no me he sentido discriminado en ningún momento al pedirla reducción de jornada y el cambio de actividad". Él fue el primero en su empresa en pedir este cambio pero, desde entonces, dos hombres más han seguido ya sus pasos.
MENOS HORAS PARA GOZAR DE DOS REGALOS TARDÍOS
Tardó en quedarse embarazada, pero cuando con 38 tuvo a Lucía se pidió una excedencia de 18 meses. "A los niños hay que disfrutarlos cuando nacen, ese tiempo no es recuperable", sostiene Pino. Hoy, Lucía tiene tres años y medio y un hermanito de dos. Su mamá trabaja 26 horas semanales y asegura que no se siente frustrada por haber renunciado a seguir ascendiendo en el trabajo. "Llegaría a dejar mi empleo por mis hijos", proclama. Pero cuando los niños cumplan cinco años se plantea volver a la jornada normal, "llegando a buena hora". En casa, el reparto de tareas es mínimo: "Creo que debe pasar otra generación para que los hombres descubran que no hay duendes que planchan la ropa o hacen la cama".
TUS DERECHOS
Reducción de jornada
Para el cuidado de un familiar o un menor de hasta ocho años. Desde una reducción de una hora a media jornada.
Excedencia
De cuatro meses a tres años para cuidara un hijo. Se mantiene el puesto de trabajo o similar en la misma categoría profesional si la antigüedad es de un año o más.
Permiso retribuido
De dos a cuatro días por accidente, muerte o enfermedad grave, hospitalización o periodo de reposo de familiares de hasta segundo grado. Permiso de maternidad (16 semanas) y paternidad (15 días).
Abandono por emergencia
El trabajador tiene derecho a ausentarse de su trabajo por una emergencia familiar sin justificarlo con anterioridad.
Plan de Igualdad
Las empresas de más de 250 trabajadores están obligadas a tener un Plan de Igualdad o las que lo recojan en el Convenio Colectivo.
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