El sector facturaba en Bailén unos 130 millones de euros al año, con 13.000 toneladas al día (el 18 por ciento del total nacional) de ladrillos, tejas y cerámica industrial, mientras que ahora la demanda de ladrillos ha caído en torno a un 30 por ciento y la de cerámica artística, un 70 por ciento.
De momento, muchas de las empresas aprovecharán junio o julio para realizar paros técnicos, como ya se hizo a finales de 2007, para dar salida a la producción porque la demanda había caído un 30 por ciento.
Ha destacado que seis meses después los paros técnicos o Expedientes de Regulación de Empleo (ERE) Temporales, de 45 días máximo, se repiten, pero la situación puede empeorar después del verano, ya que solo se pueden realizar una vez al año, y si la cosa no mejora habrá más despidos.
Según Santamaría, ya hay "bastantes expedientes de regulación de empleo abiertos" y como llegue el verano con el mismo nivel de ventas esta situación aumentará el número.
En unos días tendrá lugar la segunda reunión de la Mesa del Empleo creada en la ciudad el 13 de mayo y en la que se espera poner en marcha una serie de acciones, un Plan Estratégico con el que actuar a medio y largo plazo y evitar que baje la renta de los bailenenses y los efectos de los ciclos económicos sean menores.
No es la primera vez que la ciudad, con casi 19.000 habitantes, sufre la crisis, "ya vivimos otras" entre 1995 y 1997, y la de 1980 y 1983 "fue mucho más dura", apuntaba el concejal de Empleo.
En ese momento, la solución pareció llegar con la fórmula del cooperativismo y muchos trabajadores se quedaron con las empresas, algo que "a la larga no ha demostrado ser muy eficiente porque algunas de ellas han ido cerrando".
A la crisis de la construcción, las empresas de la cerámica bailenense suman que en muchos casos todavía no han amortizado las inversiones que han tenido que realizar para adaptarse a las exigencias medioambientales y están descapitalizadas.
Además, el sector de la cerámica artística (las alfarerías) se enfrenta a una competencia nueva, la de la cerámica industrial que llega con fuerza desde China.
La diversificación de la economía es una de las soluciones que se apuntan, aprovechando el turismo y el tirón que este año tiene la celebración del Bicentenario de la primera batalla en la que fueron vencidas las tropas francesas dentro de la Guerra de la Independencia y que tuvo lugar en la ciudad.
También la atracción de grandes empresas, pero en este sentido habría que esperar unos dos años para contar con suelo industrial suficiente, ya que el Plan de Ordenación Urbana ahora comienza a dar sus pasos y de momento no se puede contar con el millón y medio de metros cuadrados que el Ayuntamiento ha reservado para suelo industrial.
Tiempo y dinero porque ese suelo necesitaría además "mucha inversión pública".
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