Las prácticas de espionaje a empleados en las grandes empresas alemanas ha dejado de ser circunstancial, según el semanario «Der Spiegel», que informa en su último número de nuevos casos en la aerolínea Lufthansa, que se suman al escándalo de la semana pasada en Deutsche Telekom y en la ferroviaria Deutsche Bahn y al protagonizado por la cadena de supermercados Lidl hace unos meses.
La imagen de grandes grupos alemanes se ha visto empañada por escándalos corporativos como el de Siemens por prácticas de soborno para conseguir contratos multimillonarios y por los ejecutivos de Volkswagen, acusados de corrupción. Ahora se acusa a Lufthansa de espiar a un periodista para descubrir a quien le filtraba información de la aerolínea.
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