Seis de cada diez altos directivos consideran que en España existe demasiada burocracia y que el Gobierno no ha reducido esta carga durante los últimos años, y casi la misma proporción entiende que la reforma más urgente es la del mercado laboral, seguida de una reforma del régimen impositivo.
Así lo refleja la ‘Encuesta de alta dirección en España’ elaborada por PriceWaterhouseCoopers (PwC), en la que se recaba la opinión de un centenar de presidentes y consejeros delegados de empresas españolas, entre las que se encuentran BBVA, Grupo Santander, Telefónica, Repsol, Gas Natural, ‘La Caixa’, Abertis, Ferrovial y el Grupo Agbar.
De acuerdo con los resultados de este informe, los altos ejecutivos reconocen que toman muy en consideración el marco regulatorio cuando tienen que adoptar decisiones de negocio, por lo que defienden la necesidad de que dicho marco sea ‘predecible’.
Así, el 81% de los entrevistados afirman que la regulación desempeña en gran medida un papel trascendente en las decisiones comerciales y la mayoría opina que los procesos administrativos deberían ejecutarse e implantarse con mayor celeridad.
Para el 62% urge una reforma laboral que introduzca más flexibilidad en las relaciones laborales, en la contratación y en la negociación colectiva, mientras que el 34% pide modificaciones en el marco tributario. Ambas reformas son, en opinión de los altos directivos, más preocupantes o necesarias que las del sistema educativo o la legislación medioambiental.
Además, dos de cada tres altos directivos españoles apuesta por que el Gobierno fomente la convergencia fiscal y de los entornos regulatorios a nivel global, pues, según denuncian, las diferencias normativas suponen una barrera para la expansión internacional de sus negocios.
En cuanto al futuro de sus empresas, los encuestados muestran un optimismo moderado respecto al crecimiento de sus negocios a medio y largo plazo. Estas perspectivas favorables pasan, en su opinión, por invertir en innovación y en tareas de valor añadido que permitan una mayor diferenciación de la competencia.
INTERNACIONALIZARSE SÍ, PERO CON CAUTELA
La encuesta también revela que los empresarios reconocen la importancia estratégica de la internacionalización, pero con cautelas. Así, el consejero delegado del Grupo Santander, Alfredo Sáenz, señala en este informe que pese a apostar por la internacionalización, ‘ahora no es momento de tomar grandes riesgos y adquisiciones’, pues el mercado está pidiendo ‘prudencia’.
Según el informe de PwC, los asuntos relacionados con el capital humano y el talento han escalado en la lista de prioridades de los altos directivos. De esta forma, el 87% está de acuerdo o muy de acuerdo en que la gestión del capital humano es una prioridad estratégica y seis de cada diez abogan por mejorar la captación, la motivación y el desarrollo de los profesionales.
En este sentido, el consejero delegado de Gas Natural, Rafael Vilaseca, entiende que las empresas deben ser capaces de identificar el talento y retenerlo mediante planes adecuados de formación, salarios justos y retos profesionales.
Los directivos españoles defienden las nuevas estrategias comerciales, las fusiones, adquisiciones y alianzas estratégicas como las actuaciones con mayor impacto positivo para sus compañías, y seis de cada diez considera que las redes de negocio o networking serán un principio organizativo básico para el futuro. Entre quienes apoyan estas redes se encuentra el presidente del BBVA, Francisco González, que entiende que pueden ser positivas para los intereses de su banco, especialmente en su estrategia de expansión.
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