El texto prevé doblar en cuatro años la participación de los trabajadores en los beneficios de las empresas, que los asalariados puedan desbloquear las cantidades "inmediatamente" si así lo desean y sancionar a las compañías que no respeten la obligación de negociar cada año los salarios de sus empleados, arriesgándose a ver disminuir un 10% sus ventajas fiscales.
Además, ha prometido a las empresas que aumenten la participación en beneficios una deducción del 20% de las cantidades abonadas. Se calcula que en 2005 se repartieron unos 6.000 millones de euros en concepto de participación en beneficios.
"No es tolerable que se trate a la ligera la cuestión de la remuneración de los asalariados", declaró el jefe del Estado recordando que aproximadamente un cuarto de las empresas sometidas a la obligación anual de revisar los salarios no respeta esta norma.
El documento será presentado antes del verano en el Consejo de ministros y adoptado por el Parlamento antes de finales de otoño para que puedan comenzar a aplicarse desde 2009, según avanzó Sarkozy durante una visita a una fábrica de la localidad de Verberie, al norte de París.
Por otro lado, anunció que a partir de 2010, el Salario mínimo de inserción social (Smic) se revalorizará el 1 de enero y no el 1 de julio como hasta ahora para dar más visibilidad a las empresas y a los sectores profesionales en las negociaciones salariales. Sarkozy indicó igualmente que una comisión de expertos deberá hacer anualmente propuestas de revalorización del Smic al Gobierno en función del crecimiento económico.
"Se convertirá en una decisión económica y no en una decisión política", explicó. "Por supuesto, el Gobierno podrá no seguir esta recomendación pero, en ese caso, deberá explicarlo", dijoCreado en 1959 y modificado en 1986, el sistema de participación en beneficios consiste en que cualquier empresa puede proponer de manera facultativa un régimen de incentivos ligado a los resultados o los objetivos.
El método para calcularlos se define libremente por un acuerdo empresarial que fija también su reparto. Las primas pueden ser idénticas para todo el personal o estar vinculadas al salario, a la antigüedad en la empresa o a ambas cosas.
En cualquier caso es necesaria una antigüedad mínima de tres años para poder cobrar incentivos y aunque pueden pagarse periódicamente, normalmente se trata de una prima única. Su cantidad tiene como límite el 20 % del total del salario bruto pagado al trabajador y la mitad del techo anual de la Seguridad Social que en 2008 es de 16.638 euros.
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