Para el concejal especial de Función Pública, Ignacio Polo, el porcentaje está dentro de unos límites normales. "Nuestro esfuerzo debe estar encaminado a mejorar todo lo relativo con la seguridad en el trabajo y en la prevención. Para nosotros siempre es un reto conseguir que los índices vayan descendiendo", asegura.
El 90 por ciento de las jornadas perdidas los fueron por enfermedad común (24.495), mientras que el 10 por ciento restante tuvo su origen en accidentes. Los huesos y las articulaciones volvieron a ser el punto débil de los funcionarios. De hecho, se contabilizaron 549 casos de enfermedades y trastornos osteoarticulares que supusieron el 30% de las bajas contabilizadas a lo largo del año.
La memoria de actividades de la inspección médica del Ayuntamiento de Pamplona refleja que durante el año pasado se iniciaron en este departamento un total de 2.026 casos de procesos de baja. Además, se supervisaron 674 casos en los que los empleados se ausentaron de su trabajo durante 1 o 2 días sin baja oficial, se hizo seguimiento del absentismo y se evaluaron lesiones e incapacidades permanentes.
Huesos y digestivo
El mayor índice de absentismo del Ayuntamiento de Pamplona se localiza en el área de Bienestar Social, concretamente en el empleo social y en las escuelas taller, donde se alcanza incluso un 18 %. Por detrás se encuentran las áreas de Movilidad y Seguridad Ciudadana, donde se incluye a la plantilla de la Policía Municipal, con un 9,9% de absentismo, y Conservación Urbana (8,7%). El trabajo al que deben hacer frente estos empleados municipales, sin duda con más peligrosidad que otros, es el motivo principal de este alto índice.
Los 1.049 empleados que faltaron al trabajo por enfermedad se ausentaron una media de entre 10 y 23 jornadas. En la mayoría de los casos la baja fue prescrita por los médicos de cabecera (1.858 bajas), mientras que los 607 casos restantes fueron justificadas por la propia inspección médica.
Además de las bajas relacionadas con dolencias en huesos y articulaciones, también fue significativo el número de bajas por enfermedades del digestivo (322 casos) y del aparato respiratorio (187). Entre las patologías específicas destacaron las lumbalgias (118) y las depresiones (67). Las bajas por accidente alcanzaron las 113 y se tradujeron en un total de 2.705 jornadas de baja.
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