La Federación Europea de Trabajadores del Metal (FEM) y la Asociación Europea de Constructores de Automóviles (ACEA) mostraron ayer su oposición a las propuestas de liberalización de mercados industriales en la Ronda de Doha de la OMC, pues creen que perjudican a la Unión Europea.
"Estamos a favor de reducir los aranceles a las importaciones de la UE pero insistimos en que nuestra industria obtenga, a cambio, un acceso equitativo a los mercados", señaló el secretario general de ACEA, Ivan Hodac, en un comunicado conjunto con la FEM.
Hodac señaló que las propuestas dejarían el mercado europeo del automóvil prácticamente abierto a las importaciones de los países de Asean, Mercosur o India, "sin ninguna mejora" para que la industria europea pueda tener mayor acceso a esos mercados.
Las propuestas, presentadas esta semana por el secretariado de acceso a mercados no agrícolas dentro de la Ronda de Doha de la OMC, "pueden debilitar la competitividad de las industrias de la UE, poniendo más presión en el empleo y los costes de producción", advierte la nota.
FEM y ACEA señalan que esos mercados emergentes, que están desarrollando una industria del motor muy competitiva, han indicado que van a proteger frente a la UE el acceso a los mercados de sus sectores industriales más competitivos gracias al uso de las llamadas "cláusulas de flexibilidad".
En cambio, la Unión Europea planea usar esas cláusulas en beneficio del sector agrícola, lo que dejaría a la industria automovilística de la UE con un mercado doméstico abierto y sin más apertura de los mercados de exportación.
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