La negociación del convenio colectivo de la hostelería en Catalunya se ha convertido en algo más que un mero acuerdo laboral. Los sindicatos y la patronal están negociando un plan de formación de los trabajadores con el objetivo de dar un salto en la calidad del servicio y en la competitividad de uno de los sectores con mayor peso en la economía catalana. La propuesta, presentada por UGT, prevé que los trabajadores cobren un plus de 15 a 45 euros mensuales si aceptan seguir cursos de formación de la Generalitat.
La iniciativa pretende hacer frente al "desprestigio" y a la "falta de profesionalización del servicio" agravada en los últimos años por la incorporación a las empresas de trabajadores sin cualificación entre los que destacan los inmigrantes, mujeres y jóvenes. Según las últimas cifras de afiliados a la Seguridad Social en el régimen general, seis de cada 10 nuevos asalariados del sector en Catalunya entre el 2006 y marzo de este año son extranjeros.
El responsable de hostelería de la UGT catalana, Óscar López, advierte de los efectos negativos que ha tenido en el sector "la práctica de algunos empresarios de utilizar a los inmigrantes sin formación para pagar salarios bajos a pesar de que acaban dando un servicio de mala calidad".
ITINERARIOS FORMATIVOS
Para mejorar la calidad del servicio al cliente, la mesa del convenio colectivo de Catalunya negocia la puesta en marcha de un sistema de itinerarios formativos distribuidos en tres módulos al que las empresas se adherirán de forma voluntaria. Los cursos básicos serán la prioridad y absorberán el 65% de los recursos económicos destinados. Entre los cursos previstos se encuentran el de técnicas de servicio para camareros, la presentación de vinos y bebidas, inglés, cocina básica, atención telefónica y recepción de clientes.
El complemento salarial partirá de 15 euros al mes con los cursos básicos y se incrementará con 15 euros más por cada uno de los dos módulos siguientes, que incluyen formación intermedia y avanzada para encargados y jefes. El plus pasará a formar parte de la nómina a partir de la realización de cada itinerario formativo y se incrementará con la subidas salariales pactadas.
La propuesta pone un requisito de antigüedad mínima para que los trabajadores puedan acceder a los cursos, que va de seis meses a más de un año. Uno de los aspectos a negociar son las horas en las que los empleados acudirán a la formación, aunque la propuesta prevé una fórmula mixta para que la empresa asuma la dedicación de algunas horas de trabajo y que los cursos no sean prolongaciones de jornada.
El plan ha tenido buena acogida por parte de los empresarios. Santiago García Nieto, responsable del convenio de la Confederación Empresarial de Hostelería de Catalunya, calificó ayer de "innovadora" la propuesta para afrontar el "grave problema de la falta de formación, que afecta a la competitividad del sector frente a otros países". A su juicio, "es bueno que se hable de formación después de la entrada en el sector en los últimos años de trabajadores con poca preparación".
Desde la secretaría de Turisme de la Generalitat, que encabeza Emili Valdero, también se ve con buenos ojos una iniciativa que refuerza la "apuesta por la calidad".
SUELDO MÍNIMO, 1.000 EUROS
El plan de formación es uno de los puntos claves del convenio de hostelería, en el que también se negocia la subida de los sueldos más bajos, concentrados en Girona, Lleida y el Maresme, hasta 1.000 euros. En algunos casos, la mejora equivale a una subida del 17% anual durante tres años.
Para CCOO, la respuesta insuficiente de la patronal, que ofrece una subida salarial general del 4,3%, para eliminar las diferencias de sueldo dentro de Catalunya puede dar pie a movilizaciones en el sector.
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