En concreto, Baleares cerró el año pasado con un volumen de 16,1 establecimientos de comercio minorista por cada 1.000 habitantes una ratio sólo superada por Ceuta y Melilla (17,69 por ciento), mientras que la media española se sitúa en el 14,34 por ciento.
Lo mismo sucede en la clasificación de asalariados del comercio, en la que Balears se sitúa en un índice de 57,2 asalariados por cada 1.000 habitantes, mientras que la media española se sitúa en este caso en 42,93.
Los datos del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio indican que la densidad comercial se viene reduciendo en el conjunto de España en los últimos ocho años, como consecuencia del despliegue del gran comercio y la desaparición de pequeñas y medianas empresas, no así el peso del empleo que viene creciendo.
En la Comunidad de Madrid, que es el paradigma de la liberalización comercial, la densidad de establecimientos se ha reducido desde un 13,6 en 2000 a un 12,54 en 2007, aunque el empleo ha crecido desde el 38,24 al 44,95.
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