La trabajadora asturiana se anima a tener hijos. Las prestaciones por maternidad en Asturias registraron a lo largo del primer trimestre un aumento del 6,29 por ciento, más de un punto por encima de la media del país (5,37 por ciento). Los sindicatos ligan el incremento a las nuevas medidas para el fomento de la natalidad, al fuerte impulso de la incorporación de féminas al mercado laboral de la región durante los últimos años y al hecho de que las mujeres tienen ahora un mayor conocimiento de cómo funcionan este tipo de prestaciones. En España, el Instituto Nacional de la Seguridad Social gestionó durante el citado período 87.677 prestaciones, por un valor que alcanzó los 388,7 millones de euros.
El Principado es la séptima comunidad en la que más se incrementó durante el primer trimestre esta clase de prestaciones. El «ranking» lo encabeza Aragón, con un aumento del 28,09 por ciento, seguido de Extremadura (14,14%) y Castilla-La Mancha (13,44%). El número de mujeres que se incorporan al mercado laboral aumenta año a año en Asturias. Durante 2007, según arrojan los estudios realizados por los sindicatos de la región, alrededor de 8.600 asturianas comenzaron a trabajar o a buscar un empleo en Asturias, lo que supone un incremento de más del 4,3 por ciento de la cifra de mujeres económicamente activas en el Principado.
Durante los tres primeros meses de este año fueron 1.363 las asturianas que se acogieron a las prestaciones de maternidad. La ayuda consiste en un período de descanso de 16 semanas y una prestación del cien por cien del salario. Paradójico, pero al mismo tiempo que aumentan las prestaciones en el Principado disminuye el desembolso que ha tenido que realizar la Seguridad Social para cubrir estas ayudas. Según los datos facilitados por el Ministerio de Trabajo, el dinero aportado desde las arcas públicas para estas ayudas en Asturias fue de 4,5 millones de euros, también durante el primer trimestre de este año, lo que supone un descenso del 17,32 por ciento. De hecho, Asturias es la tercera región por la cola en la que menos dinero se destinó para estas ayudas. La explicación, según afirman los sindicatos, es que las asturianas suelen ocupar puestos con una baja remuneración.
La responsable del área de la mujer de UGT, Ana Muñiz, asegura que «la gente joven, que es la que más acude a este tipo de prestaciones, no consigue acceder a puestos de alta cualificación. La mayoría de las mujeres de la región trabaja en actividades relacionadas con los servicios». El sector terciario es el que soporta el mayor número de personas ocupadas de la región. En los informes sobre la situación de la mujer en el mercado laboral realizados por los sindicatos se asegura que a finales de 2007 el 86 por ciento de las 185.500 asturianas que trabajan lo hacen en los servicios; el 7 por ciento, en la industria; el 4 por ciento, en la agricultura, y tan sólo cerca de un 3 por ciento se dedica a la construcción.
Dolores González, responsable del área de la mujer de CC OO, asegura que «las mujeres están ancladas en los servicios, donde los sueldos son inferiores a otros sectores, y no se cómo vamos a salir de ahí, ya que en la industria cada vez perdemos más presencia».
La ugetista afirma que «estas prestaciones son un derecho, y parece absurdo no acogerse a ellas». La sindicalista destaca que «en Asturias estos permisos están creciendo más que en otras comunidades, pero aún son muy pocas, pese a que hay una concienciación y un mayor conocimiento por parte de las mujeres sobre esta prestación».
Las cifras de ayudas por paternidad son algo más modestas. Los datos arrojan que durante los últimos tres meses 1.092 asturianos solicitaron esta prestación, lo que supuso un desembolso para las arcas del Estado de 811.183 euros.
Los sindicatos ligan el aumento de los permisos de maternidad a las nuevas medidas que ha puesto en marcha el Gobierno central para fomentar la natalidad. Uno de estos planes estrella fue el denominado «cheque bebé», una ayuda de 2.500 euros que el Gobierno central da por hijo. Aunque también hay más aspectos que influyen a la hora de que una asturiana con trabajo se decida a ser madre. Dolores González, responsable del área de la mujer de CC OO, asegura que hay otros incentivos que resultan determinantes en esta decisión, como la apertura de las escuelas de bebés y las recientes iniciativas de instalar guarderías en los polígonos industriales.
«Las subidas que se están dando en estas ayudas son lógicas, la ley de Igualdad es muy joven y al principio hubo confusión con la aplicación de algunas medidas», asegura Dolores González. Y añade: «La labor más difícil ha sido convencer a los empresarios de la necesidad de aplicar este tipo de medidas. Al principio se mostraron reticentes».
La langreana María Fanjul ha cumplido ya con su permiso de maternidad. El pasado 8 de diciembre, esta joven, que trabaja como auxiliar en una residencia de ancianos de La Felguera, daba a luz a su primera hija, Aida Pérez. Unas semanas antes ya había solicitado la prestación por maternidad para poder cuidar de su primogénita durante los primeros meses de su vida, en las primeras 16 semanas. «Los trámites fueron muy sencillos y rápidos», explica, «y el tiempo que he pasado con ella me ha venido muy bien para hacerme con la niña, saber controlarla y darme cuenta de, cuando llora, por qué lo hace». En la actualidad, la langreana ya se ha incorporado a su puesto laboral y disfruta del permiso de lactancia, una medida de conciliación gracias a la cual tiene una hora menos de jornada para poder cuidar a su hija.
Pero lo peor llega a la hora de volver a incorporarse al trabajo. «Es difícil compatibilizarlo con el cuidado de un hijo, y tengo que depender de los abuelos, que tienen que cargar con mi hija cuando estoy trabajando. La suerte que tengo es que mis padres son jóvenes y pueden cuidarla. Precisamente, este fin de semana se han ido con ella a León», afirma Fanjul.
Además de la ayuda a la maternidad, la joven ha sido una de las miles de asturianas que ha cobrado el «cheque bebé». «Alivia un poco para los gastos que se generan al principio, pero no resuelve todo», afirma. Fanjul señala que las ayudas sí han sido positivas a la hora de que muchos jóvenes se animen a tener hijos.
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