A los jóvenes gallegos les cuesta irse de casa. Cada vez más. En la radiografía de las condiciones de vida de las familias de la comunidad el porcentaje de nuevos hogares es realmente bajo. Hay 319.715 menores de 30 años que siguen viviendo con sus padres, prácticamente el 77% de toda la población que roza la treintena. Por comodidad o bien porque las condiciones laborales y el precio de la vivienda son una barrera infranqueable, que no entiende ni siquiera de nivel de estudios. La tasa de emancipación es todavía más baja entre los diplomados y licenciados, por encima en ambos casos del 80%. Es decir, que ocho de cada diez titulados universitarios en Galicia no quieren o no pueden independizarse, según los últimos datos del Instituto Galego de Estatística.
Casi 32.000 jóvenes con una licenciatura a cuestas. Otros 35.900 con una diplomatura. Los, supuestamente, mejor preparados. La proporción de personas que siguen en la casa familiar es más elevada entre ellos que entre los que optan por cursar Formación Profesional, tanto de grado medio como superior, con una tasa de emancipación del 26% y el 28%, respectivamente. Hay 73.500 menores de 30 años que tampoco salen del nido y que tienen estudios de Bachillerato; y 107.189 que se quedaron en la primera etapa de la educación.
¿No tienen trabajo? Pues la mayoría, 171.930, lo tienen. Están ocupados. Otros 24.000 registrados en el paro y los 123.000 restantes, inactivos. La provincia con mayor volumen de jóvenes conviviendo con los padres está en Lugo, donde se supera el 78%; seguido de Pontevedra, con más de un 77%, con 119.000 menores de 30 años sin independizarse; A Coruña, con un porcentaje del 76,5%; y finalmente Ourense, con un 74,81%. Más hombres -170.460, el 81,5%-, que mujeres (149.000).
Con este panorama no es de extrañar que Galicia tenga la tasa de emancipación más baja de España. Tan sólo el 34,6% de los jóvenes de hasta 34 años tiene un hogar propio. Doce puntos por debajo de la media nacional y a una considerable distancia de las comunidades en las que la emancipación alcanza los niveles más elevados, que son Cataluña y Baleares (52%), Comunidad Valenciana (51%), Navarra (48%), Murcia (47%) y Aragón (46%). Todas, por encima del conjunto del Estado en un ranking que, además de Galicia, cierran Asturias (34,9%), y Extremadura, Castilla y León y Ceuta y Melilla, que se mueven alrededor del 39%.
Un lugar del que Galicia no logra salir. Al contrario. Se consolida trimestre a trimestre, según los estudios que maneja el Consejo de la Juventud. De hecho, junto con Asturias, Baleares y La Rioja, la comunidad gallega es una de las que tiene menos hogares jóvenes que hace un año. Un 2% menos, exactamente. De las 654.739 personas que no llegan a los 35 años, sólo 226.000 están emancipadas. "Esta fuerte dependencia familiar se produce, en parte, por una coyuntura laboral que ha venido marcada para el colectivo joven por el incremento de la tasa de temporalidad en el trabajo", apunta el estudio. A lo que se añade la hasta ahora constante subida del precio de los pisos.
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