Los jueces británicos vivirán desde octubre una pequeña revolución, al quitarse las blancas pelucas hechas con crin de caballo y las anticuadas togas que visten desde el siglo XVIII en los tribunales de Inglaterra y Gales.
Pero sólo los magistrados que se ocupan de casos civiles o relacionados con el derecho de familia se quitarán las pelucas, ya que los jueces de los tribunales criminales estiman que las empolvadas cabelleras los protegen de cualquier posible revancha de algún criminal que hayan enviado a prisión, informó la prensa británica.
El artífice de esta transformación en la apariencia de los jueces británicos es lord Nicholas Phillips, el más alto magistrado en los tribunales de Inglaterra y Gales, que juzga que las antiguas togas y pelucas no van con los tiempos que corren.
El juez apareció retratado este martes en los diarios con la nueva vestimenta, que ha sido diseñada por la creadora británica Betty Jackson. La modista, galardonada hace unos años con el premio de Diseñadora del año de la industria de la moda británica, ha creado una toga que sigue siendo de color negro, pero más moderna y estilizada.
El atuendo no ha provocado sin embargo la unanimidad. Por ejemplo, una de las editoras de moda del diario The Guardian, Hadley Freeman, estima que la nueva toga hace que los jueces parezcan "predicadores malos" o personajes del espacio. "Miren a ese pobre hombre: En vez de verse majestuoso, el máximo magistrado, Lord Phillips, se parece al hombre que vende billetes para la ‘Experiencia de Star Trek’, en el hotel Caesars Palace en Las Vegas", comentó Freeman.
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