Al término de su reunión de tres días en esa ciudad costera japonesa, responsables de Trabajo de EEUU, Japón, Alemania, Francia, Reino Unido, Italia, Rusia y Canadá, entre ellos el ministro nipón Yoichi Masuzoe, alertaron de los riesgos de la globalización para los más desfavorecidos, según informó la agencia local Kyodo.
En un comunicado conjunto, los representantes del grupo de países más selectos del mundo indicaron que las políticas laborales deben tener en cuenta los sectores sociales más vulnerables y que la globalización puede provocar "disparidades y dificultades de ajuste en los mercados laborales".
El ministro tailandés de Trabajo, Uraiwan Thienthong, pidió en la rueda de prensa final que "los trabajadores pobres puedan acceder a una protección social adecuada".
Por su parte, el comisario europeo de Empleo, Vladimir Spidla, apuntó que los países miembros del G8 deben hacer frente a la creciente brecha en la renta, según Kyodo.
La protección del medio ambiente desde los puestos de trabajo fue uno de los aspectos tratados en esta cumbre, una de las numerosas reuniones organizadas por la presidencia japonesa del G8, en la que Tokio quiere destacar la importancia de la lucha contra el calentamiento global.
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