Cuando era pequeño, como millones de niños, Carlos López de Echazarreta, de 27 años, quería ser astronauta. ‘Pero pensaba en ello de un modo irreal y lejano, de la misma forma que otros querían ser bomberos’. Hoy, la posibilidad de que este ingeniero superior de telecomunicaciones viaje algún día a las estrellas ya no es una quimera. Carlos es uno de los más de 40.000 candidatos que se presentarán al proceso de selección de astronautas organizado este año por la Agencia Espacial Europea (ESA). Las solicitudes pueden enviarse a partir del próximo lunes 19.
Carlos no lo tendrá facil, porque sólo cuatro (de entre los 17 países europeos miembros de la ESA) serán los elegidos. ¿Y qué hay que hacer para poder ser astronauta? Los requisitos son exigentes: tener entre 27 y 37 años; poseer un título de ingeniero, licenciado en una carrera científica o piloto; contar con experiencia profesional, una salud perfecta y una mente equilibrada. Y no ser demasiado alto o bajo, porque los trajes espaciales no disponen de una amplia gama de tallas.
La ESA evaluará todas estas aptitudes en cinco pruebas. Los preseleccionados -a partir del envío de la solicitud- deberán superar dos largos test psicológicos. ‘Se busca gente poco agresiva, abierta y serena, que sea capaz de estar encerrada seis meses en una cápsula con otras seis personas’. Demostrada su cordura, el candidato debe probar que posee una salud de hierro: hay que lograr el visto bueno de hasta 20 especialistas médicos. Fumadores o bebedores, abstenerse. Unas 40 personas llegarán a la última prueba, la entrevista profesional donde tras la cual el director de la ESA elegirá a los nuevos viajeros espaciales. El proceso finalizará a mediados de 2009.
Hace 16 años (desde 1992) que la ESA no selecciona nuevos astronautas. Entonces contrató a seis personas, entre las que se encontraba Pedro Duque, el primer español en viajar al espacio. ‘Con la integración en la Estación Espacial Internacional (ISS) del módulo Columbus, -el laboratorio de experimentación europeo-, las bajas de astronautas y la elevada media de edad de los actuales (50 años), necesitamos gente nueva’, explica Antonio Torres, jefe de entrenamiento básico de astronautas de ESA. ‘Haremos lo posible para que un español o española sean seleccionados’, añade.
Sólo dos mujeres europeas han viajado al espacio, un dato que no desalienta a Blanca Altes, ingeniera aeronáutica de 26 años que actualmente trabaja en la empresa aeropespacial Deimos Space. ‘Ser hombre o mujer ya no tiene importancia; lo único que cuenta es ser bueno y ajustarse a los parámetros’, cuenta. Optimista, afirma que ‘aunque es muy difícil verse entre los cuatro mejores, se trata de una oportunidad única y merece la pena intentarlo’. Tanto profesional como económicamente: el sueldo ofrecido es de 4.200 euros al mes.
Los elegidos para la gloria pasarán a entrenarse durante más de tres años, en una preparación en la que aprenderán desde pilotaje, ciencia y computación hasta idioma ruso (la segunda lengua a bordo de la ISS) a la espera de una oportunidad para salir al espacio en alguna misión científica. Una aventura que sólo han conocido cerca de 500 personas en toda la historia de la humanidad. ‘Despegar, trabajar en el espacio, ver la Tierra a través de una ventana… no imagino nada mejor’, sentencia Carlos.
‘Parte del trabajo es sólo poner tornillos’
‘En el espacio, muchas operaciones consisten sólo en quitar y poner tornillos’. Pedro Duque restó ayer épica a la profesión de astronauta ante los estudiantes que asistieron a la presentación del proceso de selección de la ESA. Al relatar su experiencia, Duque subrayó que viajar al espacio es un trabajo científico y no una aventura: ‘Se trabaja durante prácticamente todo el día, y sólo dispones de media hora para divertirte en cosas como mirar la Tierra por la ventana o experimentar con la ingravidez’, explicó.
Entre octubre y noviembre de 1998, Pedro Duque participó en una misión espacial de nueve días en la que se responsabilizó de las instalaciones científicas de la ESA. En 2003, volvió al espacio durante diez días. ‘El momento del despegue es la culminación de seis o siete años de trabajo, y en él lo mejor es concentrarse en no pensar que estás viajando sobre 2.000 toneladas de combustible’, contó mientras mostraba un vídeo con escenas de sus viajes
Duque aconsejó a los jóvenes que no pongan todo su empeño en ser astronautas. ‘No hay que fijar en ello el éxito de la vida; porque es muy complicado conseguirlo y hay mucho de suerte. Para este ingeniero aeronáutico -que hoy trabaja en la empresa de investigación Deimos Imaging- lo más complicado de esta profesión es ‘compaginarlo con la vida familiar, porque siempres te encuentras de viaje’.
Próximo destino, la Luna
La ESA selecciona nuevos astronautas para que trabajen en misiones científicas en la ISS, pero no descarta que en un futuro cercano los jóvenes candidatos de hoy sean los primeros europeos en pisar la Luna. ‘Un laboratorio lunar es el nuevo paso en la exploración del espacio, y aunque es un camino lleno de dificultades esperamos que se haga realidad’, asegura Manuel Serrano, del Centro para el Desarrollo Tecnológico.
Gonzalo García
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