El paro, que inicialmente iba a extenderse por 48 horas, fue interrumpido durante una asamblea de la Unión de Aviadores de Líneas Aéreas (UALA), tras recibir la invitación a reunirse este lunes con el ministro argentino de Trabajo, Carlos Tomada, y directivos de la compañía para arribar a una solución.
Como consecuencia, la subsidiaria de Aerolíneas Argentinas, controlada por el grupo español Marsans, normalizaba este domingo su funcionamiento, tras las cancelaciones y demoras de vuelos registradas ayer en el Aeroparque de Buenos Aires.
El paro se inició después de que se conociera la posibilidad de que Austral y Aerolíneas Argentinas se fusionen como resultado de la negociación con el empresario Juan Carlos López Mena para su ingreso como accionista de la compañía.
El sindicato había iniciado el paro debido ‘al gravísimo incumplimiento de los compromisos asumidos por los accionistas y el Gobierno nacional que ponen en grave riesgo la totalidad de los puestos de trabajo y la continuidad de la empresa’, según había señalado en un comunicado.
Por su parte, el Ministerio argentino de Trabajo dictó este sábado la conciliación obligatoria, que exige a los empleados a retomar sus tareas mientras se negocia una solución con la compañía, pero los dirigentes del gremio aseguraron que no fueron notificados de la decisión de la cartera.
Sin embargo, la posibilidad de levantar la medida de fuerza comenzó a tomar forma luego de una reunión que mantuvieron este sábado dirigentes del sindicato con autoridades de la aerolínea, según relataron los portavoces.
Durante la asamblea, los empleados decidieron volver a reunirse mañana, luego de la reunión que mantendrá el gremio con el ministro de Trabajo para analizar los pasos a seguir.
El sindicato reclama que se acondicione la flota de aviones de la compañía para que puedan operar en su totalidad y pide que se reanuden los cursos de simulador de vuelo programados para evitar que pilotos y copilotos pierdan su habilitación, según indicó en el comunicado.
‘La crisis de Austral pone en riesgo los vuelos de cabotaje, por lo que importantes ciudades del interior del país podrían quedar aisladas’, alertó UALA.
El gremio había protagonizado otro paro en febrero pasado, que finalizó debido a una conciliación obligatoria dictada por el Gobierno.
Las cancelaciones en los vuelos domésticos a raíz de la huelga se sumaron a las reprogramaciones que debió realizar la aerolínea por la nube de cenizas del volcán chileno Chaitén, que se cierne sobre varias provincias de Argentina.
La huelga se produjo en medio de la negociación que lleva adelante el grupo Marsans con el empresario López Mena, dueño de la naviera Buquebús, para su ingreso como accionista de Aerolíneas Argentinas, la mayor firma aérea del país.
El empresario de nacionalidad argentino-uruguaya afirmó esta semana que Austral también forma parte de las negociaciones, que se definirán en un plazo de 45 días.
Fuentes del sector aeronáutico afirman que Aerolíneas Argentinas soporta una millonaria deuda, además de conflictos latentes con varios sindicatos luego de las huelgas por motivos salariales y laborales que también afectaron sus vuelos entre finales de 2007 y comienzos de 2008.
Los comentarios están cerrados.