Los consejeros de Altadis están de enhorabuena. Justo antes de que Imperial se hiciera con el control de la empresa, el máximo órgano ejecutivo de la compañía se subió el salario. Según el informe de auditoría de la tabacalera, presentado ante la CNMV, "la remuneración conjunta devengada en el ejercicio 2007 por los miembros del Consejo de Administración, en sus componentes fijos y variables, ha ascendido a 5,79 millones de euros", un 132% por ciento más que en 2006.
Un portavoz de la compañía explicó el miércoles a elEconomista que la remuneración fija por las dietas de asistencia a las reuniones del consejo se ha mantenido estable y que la subida salarial "obedece a una partida extraordinaria" que, sin embargo, el grupo ha declinado explicar.
Opciones sobre acciones
A 31 de diciembre de 2007, los consejeros de Altadis tenían 255.000 derechos de opciones sobre acciones, otorgadas en el año 2002, y vinculados a un plan aprobado por la Junta General de Accionistas dos años antes. Pero según consta en la auditoría, ninguno de ellos ejerció estos derechos el año pasado. Asimismo, los miembros del Consejo de Administración eran titulares de 110.000 acciones gratuitas, que se les atribuyeron en función de otro plan aprobado en junio de 2005.
Al igual, lógicamente, que el resto de los accionistas, todos ellos se han beneficiado así del fuerte crecimiento que ha experimentado desde entonces la acción de la compañía gracias al gran interés que despertó su venta. Los títulos de la empresa se dispararon el año pasado no sólo con la oferta final de la británica Imperial Tobacco que acabó pagando 50 euros por título, sino también por el interés inicial que mostraron otras firmas, como el fondo de capital riesgo, también británico, CVC Capital Partners.
El fuerte incremento de la remuneración del Consejo de Administración contrasta, no obstante, con los graves problemas a los que se enfrenta todo sector tabacalero, especialmente tras la entrada en vigor de la Ley Antitabaco. De hecho, Altadis no ha sido una excepción y ha sufrido el estancamiento de sus ventas, que crecieron sólo un 2,2%.
Cambio en el órgano ejecutivo
Pero lo peor, quizás, es que el resultado neto cayó un 10,6%, hasta 404 millones de euros, y que el beneficio por acción se redujo de 1,75 a 160 euros. Y por si fuera poco, y aunque todavía no hay nada decidido al respecto, Altadis reconoce en el último informe de auditoría que podría verse abocada en un futuro a abordar nuevos planes de reestructuración y cierre de fábricas debido a un problema de "sobrecapacidad".
El consejo de Altadis cambió de forma radical a comienzos de febrero cuando Imperial tomó definitivamente el mando de la compañía. Entonces, Bob Dyrbus sustituyó a Antonio Vázquez como consejero delegado del grupo y algunos de los más destacados representantes del órgano ejecutivo -César Alierta, Gonzalo Hinojosa y Javier Gómez Navarro, entre otros- cedieron sus puestos a vocales británicos. No obstante, hubo también consejeros que optaron por quedarse en la nueva compañía.
Llama especialmente la atención el caso del francés Jean Dominique Comolli, que llegó a estar al frente de la empresa y que ahora, lejos de estar al margen, ha aceptado quedarse, aunque deje de ser un peso pesado.
Comolli, que ha sido nombrado presidente de la Comisión de Estrategia, Ética y Buen Gobierno, ha permanecido en la empresa desde la integración de la francesa Seita y Tabacalera, que dio origen al nuevo grupo, compartiendo responsabilidades de forma sucesiva con César Alierta, que se marchó a Telefónica, Pablo Isla, que fichó por Inditex y Antonio Vázquez, el anterior consejero delegado, que ha anunciado también su próxima marcha de la empresa. Altadis aprobó en 2005 una pensión destinada a Comolli por un importe de 485.000 euros anuales, que será percibida a partir de su jubilación a los 60 años, edad que cumple en 2008.
Contrato con una filial de Sepi
A pesar de todo, y para contrastar el cambio de nacionalidad mayoritaria en el órgano de gestión de la tabacalera, donde ahora se habla en inglés, Imperial Tobacco quiso tender esta semana la mano al Gobierno firmando un contrato de suministro con Cetarsa por el que se compromete a adquirir 28.000 toneladas de tabaco español, de diferentes variedades, entre 2009 y 2010.
El volumen adquirido equivale al 55% de las compras que la filial de la Sepi tiene previsto realizar a los agricultores españoles y supone más del 40% de la producción nacional de tabaco en rama. "El acuerdo es una fiel demostración del compromiso de Imperial Tobacco de seguir apoyando al sector tabaquero español y comprar buena parte de la producción nacional que, tanto en calidad como en precio, ha sabido adaptarse a las condiciones de un mercado altamente competitivo", aseguró ayer Dyrbus.
No extraña así que el presidente de la Sepi, Enrique Martínez Robles, se mostrara exultante. Y es que, en su opinión, pese al cambio de manos de la tabacalera hispano-francesa, "se concreta la confianza que los dos mayores clientes de la empresa, Altadis e Imperial Tobacco, tienen en nuestra compañía y en el sector tabaquero español". Imperial es británica, pero mantiene la apuesta decidida por España.
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